sábado, 5 de febrero de 2005

ERC, el mejor apoyo del PSOE para gobernar España

El comienzo del portavoz de ERC en el debate sobre el Plan Ibarretxe fue estremecedoramente claro:

Los independentistas catalanes saludan al presidente de Euskadi.

Y la cuestión quedó remachada aún más, si cabe, a mitad del discurso, cuando pronunció estas palabras simplemente brutales:

Ustedes ya saben cuál es nuestro horizonte, cuál es el horizonte de Esquerra Republicana de Cataluña, una Cataluña independiente.

Pero lo estremecedor de las palabras, lo brutal de las declaraciones, no procede de ERC. Siempre han sido así, siempre han dejado claro su proyecto. Lo estremecedoramente brutal, o lo brutalmente estremecedor, es que en un partido que declara eso es en quien se está apoyando el Gobierno de España.

Hoy por hoy en España la llave de la gobernabilidad, si el Gobierno cae o sigue, lo que se hace o no se hace, la tiene un partido político que quiere romper esta misma España. Es más, está totalmente claro que ese partido, ERC, intentará por todos los medios desde ese apoyo al Gobierno español romper España; ese es su objetivo declarado, y a esa meta están sujetas todas las decisiones de cada momento.

Pues bien, ese partido que quiere romper España es en quien se está apoyando el partido socialista para gobernar España. ¿Acaso cabe un mayor ejercicio de miseria política por parte del PSOE y de Zapatero?

2 comentarios:

  1. Tú lo has dicho: el problema es el sistema electoral. Amén

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  2. Muy bueno tu comentario, Topgun. Gracias por él. Y es que es totalmente cierto, los tres partidos que han gobernado hasta ahora en España (UCD, PSOE, PP) han aceptado la ayuda de los partidos nacionalistas, pagando por supuesto el precio a cambio. Lo que pasa es que con Zapatero se han batido todos los records, al aceptar la ayuda de un partido abiertamente independentista y antisistema, y con un precio que es la ruptura de España. Pero bueno, la única solución sería un gran acuerdo para reformar la ley electoral y limitar la presencia en el Congreso de los partidos que solo tuvieran resultados satisfactorios en unas pocas provincias. Y, ¿quién le pone el cascabel al gato en las presentes circunstancias?

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