viernes, 30 de abril de 2010

La ley de Arizona y la hipocresía en España

La famosa ley de Arizona que faculta a la policía para pedir sus documentos de permiso para estar en Estados Unidos a cualquier persona está siendo ampliamente criticada en muchos medios informativos españoles. En lo personal la ley no me gusta para nada, más por motivos subjetivos (mi relación con inmigrantes indocumentados es constante y querría que todos tuvieran en Estados Unidos la misma posición legal de la que yo gozo) que objetivos. Pero lo que sí me parece de una hipocresía elevada al cubo es que desde España se critique la ley. Aún recuerdo perfectamente a un amigo boliviano que vez tras vez se me quejaba de que en el metro madrileño policías vestidos de paisano le paraban constantemente para pedirle su residencia; lo curioso es que a mí, que viajaba también en el metro de Madrid, nunca me pidieron los policias mi D.N.I.; ¿sería porque él tenía claros rasgos indígenas y yo no?

Las críticas a la ley de Arizona es porque existe el temor de que los policías vayan a pedirles "los papeles" a las personas de físico indígena (es decir, hispanos) y no a los blancos (es decir, angloamericanos). Sería racismo, y la misma gobernadora de Arizona ha dicho que no va a permitir que la ley se aplique de esa forma. Harina de otro costal es que lo consiga. Pero donde se aplica de esa forma un día sí y otro también es en España, donde no existe policía de inmigración, sino que es la policía regular quien se encarga de identificar, detener y expulsar a los "sin papeles"; ¿y cómo lo hace? pues únicamente por el perfil racial, o sea, personas de rasgos indígenas, africanos o árabes, es decir, por una política totalmente racista.

Mucho criticar en los medios de comunicación españoles a Estados Unidos como un país racista, pero ya quisieran las autoridades españolas disponer de un sistema de protección de los minorías raciales como el que existe en Estados Unidos, a niveles tales como el judicial, el laboral o el social. Aunque, claro, quienes acusan a Estados Unidos de racismo con una actitud de superioridad moral son todos pertenecientes a la mayoría racial en España. Habría que preguntarles a los que están en las minorías y a los inmigrantes en España. Otro gallo cantaría. Y mientras tanto, a acusar a Estados Unidos de racista, ¡y que viva la hipocresía!

lunes, 26 de abril de 2010

Liberal-Conservadores

Liberal-ConservadoresGracias a Mike, en
El Republicano Digital, me entero de que existe una página de información y opinión dentro del Semanario Atlántico llamada Liberal-Conservadores. Ya la he añadido a mi portalito liberal (llamarlo portal es demasiado pretencioso, lo reconozco), y de paso lo dejo por aquí, por si a alguien le interesa.

lunes, 19 de abril de 2010

No al fascismo

Hace tiempo declaré que este blog dejaba muy claro su no al islamismo, no al comunismo, no al nazismo. Hoy a esos tres rechazos impositivos añado uno más: no al fascismo.

Entiendo como fascismo toda dictadura de extrema derecha. Ejemplos de lo anterior son los siguientes:

Augusto Pinochet en Chile:
Tras el golpe de Estado se instaura una dictadura encabezada por Augusto Pinochet, Comandante en Jefe del Ejército. En este período, se establece una dura represión contra la oposición y se producen diversas violaciones a los derechos humanos, que termina con más de 1.000 detenidos desaparecidos, más de 3.000 asesinados, 35.000 torturados, y alrededor de 200.000 exiliados.

Juan María Bordaberry en Uruguay:
Los integrantes de partidos considerados "de izquierda" fueron recluidos en casi total incomunicación y sufrieron apremios físicos y psicológicos (comprobados posteriormente por organismos como la Cruz Roja Internacional), mientras que los de los partidos tradicionales fueron liberados, sin dejar por ello de ser sospechosos en todo momento y sometidos a vigilancia permanente. En las cárceles uruguayas murieron cerca de un centenar de prisioneros políticos y continúan desaparecidas otras 140 personas.

La junta militar en Argentina:
Durante su duración se desarrolló un proceso sistemático de secuestro y tortura de personas —la llamada "guerra sucia"—, producto del cual hubo una gran cantidad de desaparecidos. La cifra exacta está sujeta a debate: la CONADEP registró 8.961 casos, mientras que otros organismos de derechos humanos elevan la cifra a 30.000. El número de las indemnizaciones otorgadas por el estado a familiares de desaparecidos llega a 13.000.

Alfredo Stroessner en Paraguay:
Con todo, durante su régimen fueron asesinadas entre 3.000 y 4.000 personas, debido a sus tácticas de mano dura contra la disidencia, en especial a los comunistas, empleando la tortura, el secuestro, asesinatos políticos y el crecimiento de la corrupción.

García Meza en Bolivia:
El gobierno de García Meza se caracteriza por la represión brutal de sus contrarios, registrándose detenciones, asesinatos y desapariciones forzosas dirigidas por el Ministerio del Interior a la cabeza de Luis Arce Gómez.

François Duvalier en Haití:
En su país, Duvalier utilizó tanto el asesinato como la expulsión para eliminar a sus adversarios políticos. Se calcula que fueron más de 30.000 las personas asesinadas.

Francisco Franco en España:
Las 50.000 ejecuciones del franquismo no admiten comparación con los centenares de ejecuciones que se produjeron tras la Segunda Guerra Mundial en Francia, Alemania o Italia. En las cárceles de Franco en la posguerra llegaron a hacinarse más de 270.000 personas en condiciones infrahumanas, y a las ejecuciones habría que sumar las muertes de aquellos que fallecieron en las cárceles por causa de estas condiciones.

Por todo ello este blog dice
no al fascismo.

lunes, 12 de abril de 2010

Rajoy no vencerá a Zapatero ni harto de vino

Sinceramente, me quiero equivocar, porque del mal el menos, y creo que con ser malo un Rajoy pepero gobernando España, es infinitamente peor un Zapatero socialista haciendo mangas y capirote como lo ha estado haciendo desde que llegó a La Moncloa hasta el presente. Pero mucho me temo que las posibilidades reales de que Mariano Rajoy gane a José Luis Rodríguez Zapatero en unas elecciones generales son bastante cercanas a cero.

Hace mucho tiempo escribí un texto, el cual no llegué a publicar porque el ordenador se me rompió y me quedé fuera del aire por un buen tiempo, que era éste:


La peor posibilidad, que el PP gane las europeas

Uno, que considera que el PSOE y Zapatero son una auténtica desgracia para España, querría ver salir a este partido y a este señor del Gobierno de la Nación. Y por ello, con tristeza, tengo que decir que la peor de las posibilidades es que el PP gane las elecciones europeas. Peor que el que las gane UPyD; mucho peor que el que las gane el PSOE.

Porque si el PP gana las europeas, lo que nos queda es ver agonizar a Rajoy como líder, que podría aguantar incluso hasta las elecciones generales (dependiendo de los resultados en las municipales), las cuales presumiblemente serán en el 2012. Y es que en dichas elecciones tengo la total seguridad de que perdería frente a Zapatero, el cual le ha tomado totalmente la medida al actual líder del PP, que es débil y ambiguo. Zapatero le ganaría las elecciones generales a Rajoy, por mucho o por poco, y seguiría en el Gobierno, con apoyo nacionalista mayor o menor.

Por eso espero que el PP se pegue en las elecciones europeas el mayor batacazo de su historia, para que Rajoy tenga que irse y en el PP elijan como líder a alguien que, sea quien sea, al menos tenga alguna posibilidad de ganar a Zapatero en las elecciones generales.



Pues bueno, el PP ganó las elecciones europeas, tiene las encuestas completamente a favor, y hasta es bastante probable que gane las municipales y autonómicas del próximo año. ¡Qué bien! ¿Verdad?

Las cosas no son tan fáciles. La crisis económica no durará para siempre, y lo más previsible es que dentro de un par de años cuando menos se esté viendo algo de salida al final del túnel. Y sin esperar tanto, por lo pronto ya le está estallando al PP el "caso Gürtel", que por lo menos dejará un reguero de corruptos dentro del PP a nivel individual, y en el peor de los supuestos puede destapar una red de financiación ilegal del partido semejante a la Filesa socialista de antaño, ya sea a nivel nacional (poco probable) o a niveles autonómicos (bastante más probable); el escándalo está servido.

Y, lo peor de todo, a lo que no le veo salida por ningún lado es al liderazgo de Rajoy al frente del PP, dubitativo, débil y de bajo perfil.

Lo dicho, que por el camino que van las cosas mucho me temo que el PP tendrá que esperar su oportunidad para llegar a La Moncloa, ya sin Rajoy, hasta el 2016. Y repito, me quiero equivocar.

martes, 6 de abril de 2010

Sí, Joseph Ratzinger participó en el encubrimiento de los pederastas del clero católico

En cuanto uno toca al Papa le llueven chuzos de punta. Parece que o no me supe explicar o no me quisieron entender. Intentaré hacerlo mejor en este texto.

En mi anterior texto sobre el tema no me refería al asunto del cura Murphy y sus abusos sexuales a los niños sordomudos. A lo que me refería es al hecho de que el actual Papa cuando era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe escribió y firmó una carta a todos los obispos en la que había una serie de cuestiones que se reservaban para el "Tribunal Apostólico de la Congregación para la Doctrina de la fe" (carta oficial en latín, traducción en inglés y la traducción del inglés al español del traductor de Google). Curiosamente todas ellas son cuestiones religiosas internas de la Iglesia Católica referentes a "Delitos contra la santidad del sacrificio eucarístico" y a "Delitos contra la santidad del sacramento de la penitencia", excepto una, que se refiere precisamente a "Un delito contra la moral, a saber: el delito cometido por un clérigo contra el sexto mandamiento del Decálogo con un menor de edad por debajo de la edad de 18 años". Todos estos asuntos, quedan, repito, "reservados para el Tribunal Apostólico de la Congregación para la Doctrina de la fe".

Pero hay más, y es que todos ellos quedan sometidos "al secreto pontificio". ¿Y qué es ese "secreto pontificio"? No encontré ninguna definición en español que no estuviera relacionada con la actual polémica, pero sí una, en ingles, en la Wikipedia, que nos deja saber esto:

"Business of the Roman Curia at the service of the universal Church is officially covered by ordinary secrecy, the moral obligation of which is to be gauged in accordance with the instructions given by a superior or the nature and importance of the question. But some matters of major importance require a particular secrecy, called 'pontifical secrecy', and must be observed as a grave obligation."

La violación de este tipo de secreto es algo gravísimo y puede llevar como castigo la excomunión de la Iglesia Católica.

La conclusión evidente es que la Iglesia Católica, por medio de la misiva firmada por Joseph Ratzinger el día 18 de Mayo del 2001, prohibió que los casos conocidos de abusos sexuales a menores de 18 años por parte del clero salieran fuera de ese mismo clero, estando obligados los que lo supieran a dejárselo saber únicamente a la Congregación para la Doctrina de la fe, y a la vez teniendo prohibido absolutamente por ese "secreto pontifico" revelarlo a alguien más, incluyendo, por supuesto, las autoridades civiles (policiales y judiciales).

Lo anterior para mí demuestra claramente que Joseph Ratzinger participó activamente en el encubrimiento de los pederastas del clero católico. Lo demuestra la misma historia, de sobra conocida, de que la Iglesia Católica ha ocultado esos infames hechos cuando han ocurrido y ha tenido conocimiento de ellos, limitándose a cambiar a los abusadores sexuales de parroquia, lo que ha llevado a que en muchos casos han seguido cometiendo los abusos en el nuevo lugar.

Una pregunta, a título de ejemplo, y a riesgo de ser reiterativo: ¿Cuándo ha denunciado un obispo a un cura ante las autoridades civiles por abusos sexuales a menores? Que yo sepa nunca. Lo trasladaban a otro lugar y punto; lugar donde, repito, podía seguir cometiendo sus fechorías.

Y en lo anterior hay un claro participante, en forma de haber habilitado claramente el proceso de encubrimiento: Joseph Ratzinger. Si de un país normal se tratara (el Vaticano es un país, pero no normal), estaríamos hablando de dimisión o cese del Jefe de Estado. Si de una religión normal se tratara (la Iglesia Católica es una religión, pero tampoco normal), igualmente estaríamos hablando de dimisión o cese.

Pero con Ratzinger nada de nada. Puede decir una cosa en el 2001 y la contraria en el 2010, obligado por las circunstancias, y aquí no pasa nada. ¿La contraria? Tal vez sea mucho decir. En la carta a los católicos de Irlanda solo pude encontrar dos referencias a las autoridades civiles.

En la primera, dirigiéndose a los abusadores sexuales, Ratzinger dice: "Debéis responder de ello ante Dios Todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos". Perogrullada, porque los procesos están en marcha. Nada nuevo, porque así será, lo dijera Ratzinger o no.

En la segunda, dirigiéndose a los obispos, Ratzinger les ordena: "Además de aplicar plenamente las normas del derecho canónico concernientes a los casos de abusos de niños, seguid cooperando con las autoridades civiles en el ámbito de su competencia." Pone el derecho canónico por delante de las autoridades civiles, y no les ordena denunciar a los nuevos culpables de los que tengan conocimiento, sino "cooperar", lo que es evidente que se entiende en el sentido de las causas ya abiertas por denuncias de otros; denunciantes que han sido siempre, a sangre y fuego contra la Iglesia Católica, únicamente las mismas víctimas.

No sé donde he leído que Joseph Ratzinger quiere llegar al fondo de la cuestión, pero que está sólo, y que no tiene la más mínima cooperación de los que le rodean. Lo siento, pero no me lo creo. Para mí Ratzinger siempre fue y es un burócrata de la Iglesia Católica, y por eso le eligieron Papa, para que siguiera la línea de Juan Pablo II, porque los obispos católicos no quieren más experimentos del tipo de Juan Pablo I (algún día escribiré del tema). Y desde esa burocracia Joseph Ratzinger es para mí moralmente culpable de encubrimiento de los abusos sexuales a menores por el clero católico, por la carta que escribió y firmó en el 2001, cuando aún no era Papa.