viernes, 15 de marzo de 2013

Música cristiana del siglo XXI

No os escandalicéis (al menos no mucho).

miércoles, 13 de marzo de 2013

¿Francisco I = Juan Pablo I?

Llegó con la idea de hacer limpieza en el Vaticano y duró 33 días.

Hoy el nuevo Papa llega con la misión de "regenerar la Iglesia y hacer limpieza en el Vaticano después de los escándalos que en los últimos meses les han sacudido".

¿Lo va a conseguir? Espero que sí. ¿Le va a costar la vida el intento? Espero que no.

Pero sí sé algo: Una cosa son los deseos de los cardenales, que después de la elección del nuevo Papa cada uno se va de vuelta a su casa, y otra cosa muy diferente son los oscuros intereses que se mueven en el Vaticano, donde el nuevo Papa se tendrá que quedar para enfrentarse con todos ellos, probablemente solo.

Benedicto XVI no puso seguir y tiró la toalla. Esperemos que Francisco I pueda enfrentarse a todo lo que le espera sin rendirse y, repito, sin que ello le cueste la vida.

martes, 12 de marzo de 2013

Divorciado

Me habían dicho que un divorcio era terrible, pero no imaginaba yo que lo sería tanto.

Seguíamos juntos solamente por nuestros maravillosos hijos, un niño y una niña, que ya no son niños, sino adolescentes.

Finalmente, como indicaba toda lógica, no pudo ser y la realidad, dura y con cara de perro, se impuso, y después de una crisis matrimonial espantosa llegó el divorcio en diciembre, por mutuo acuerdo, donde mis hijos se fueron con su madre. Y, sin solución de continuidad, empezaron (continuaron) los problemas, que desembocaron en otro proceso, también muy duro, de cambio de custodia, igualmente por mutuo acuerdo. Hoy mi hijo y mi hija están bajo mi responsabilidad (Primary Joint Managing Conservator, que dicen por estas tierras).

¿Y el blog? Cuando ni el tiempo ni la mente dan para más, la realidad se impone. Y el blog, como tantas otras cosas (también mis queridos agregador liberal y enlaces liberales), ha caído víctima de los problemas personales.

Intentaré recuperarlo, pero no será fácil, al menos por ahora. Mis hijos me requieren mucho tiempo, así como mi trabajo y las tareas domésticas. Hay muchas cosas que poner al día, y tiempo límite para hacerlo, finales de mayo, junio como máximo, por razones que no vienen al caso. Hasta entonces no creo que pueda escribir mucho, aunque intentaré hacerlo algo.

¿Y después? No lo sé. Estoy aprendiendo a vivir un día a la vez.