miércoles, 25 de febrero de 2009
¿Cuánto durará la luna de miel?
Europa en general y Zapatero y Moratinos en particular parecen creer que Obama es una especie de Gandhi con la piel un poco más oscura. No digo que el Presidente de Estados Unidos no sea un izquierdista de tomo y lomo, que efectivamente lo es; pero su izquierdismo lo desarrollará de puertas hacia dentro, es decir, en Estados Unidos, en los campos económico y social.
Pero de eso a ser un pacifista, como da la impresión de que creen los europeos y los españoles, media un abismo. Y es que las pacifistas gentes europeas y españolas aplauden con las orejas ante el anuncio del inquilino de la Casa Blanca de que tiene la intención (repito, intención) de retirarse de Iraq (eso sí, se desconoce el cómo y, sobre todo, el cuándo). ¿Significa eso que Obama va a cambiar el rifle por la rosa y la bandera de las barras y las estrellas por otra de color blanco? La realidad vendrá a demostrar no tardando mucho que en materia de política exterior Obama hará lo que han hecho todos los presidentes pasados de Estados Unidos, o sea, defender por todos los medios a su alcance los intereses del país que le ha elegido, medios diplomáticos, sí, pero también militares, que son muchos, tanto de los primeros como de los segundos.
Por poner un ejemplo, Obama ya ha tomado la decisión de incrementar el número de tropas estadounidenses en Afganistán, y en casi un 50% por más señas. Y eso lo está haciendo con la idea de declarar la guerra a los terroristas del Talibán; asunto éste en el que no quiere ir él solito, y para el cual está pidiendo ayuda a sus entusiastas aliados europeos, como podemos leer en este ejemplo:
También este miércoles, Estados Unidos pidió a sus aliados de la OTAN que aumenten el número de soldados para combatir al Talibán.
Que aumenten, pero sobre todo para combatir, o sea, no para quedarse tranquilitos en los cuarteles, sino para ir a combate, lo que significa para correr riesgos y, seamos claros, para morir.
No sé si alguien piensa que Obama es una especie de Zapatero, pero si es así está completamente equivocado. En política exterior en el supuesto de que Bush pudiera ser comparado con Aznar, Obama lo sería con Rajoy, y punto.
¿Y qué van a hacer los gobiernos europeos en general, y el español muy en particular, después de recibir con flores y abrazos a Obama, cuando éste les demande el precio a pagar por seguir las buenas relaciones? Con Bush era muy cómoda la situación, que se basaba exclusivamente en criticar y no hacer nada. Pero eso se acabó, y con Obama va a llegar la hora de elogiar... y arrimar el hombro.
Me alegro de lo que parecen ser buenas relaciones entre España y Estados Unidos (ya era hora), como aparenta la reunión de Moratinos con Hillary Clinton. Pero esas buenas relaciones no van a salir gratis, como el tiempo demostrará (el asunto de acoger a algunos de los presos de Guantánamo no es más que el chocolate del loro en comparación a lo que se avecina).
¿Estarán los españoles y los europeos dispuestos a colaborar en los proyectos militares estadounidenses cuando llegue el momento, incluso al precio de las vidas de sus soldados? ¿Cuánto va a durar la luna de miel con Obama?
En cualquier caso, lo que sí estoy seguro que no pasará será una manifestación contra la guerra, en caso de que se confirme que España enviará miles de soldados a Afganistán.
ResponderEliminarNo se verá ni una pancarta. Ni a un Bardém vociferando.
Pues ya ves... ha durado un suspiro
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