martes, 10 de mayo de 2011
El escándalo de la decisión del Tribunal Constitucional sobre Bildu
El Tribunal Constitucional se ha convertido en una suerte de tribunal de apelación, en el que se vuelven a evaluar todas las pruebas aportadas y valoradas con anterioridad por otros tribunales, particularmente por el Tribunal Supremo en el caso de Bildu. Y esa evidentemente no es su función. Su cometido es simplemente decir si la sentencia se ajusta a la Constitución o no. Eso es lo que han venido a decir, entre otras cosas, los cincos miembros del TC que discrepan de la decisión tomada por los otros seis.
A lo que cabe añadir que tomar una decisión de ese calibre tal solo por un voto de diferencia es verdaderamente increíble. Las verdades constitucionales deberían serlo de forma tan evidente que prácticamente todos (o todos, sin el prácticamente) votaran en el mismo sentido.
Y además hay que dejar bien claro que la sentencia ha sido una sentencia totalmente política y para nada jurídica, como se puede concluir leyendo el resumen de los votos particulares.
La sentencia del Tribunal Constitucional sobre Bildu supone un auténtico escándalo, se mire por donde se mire. Es más, me atrevo a decir que es una sentencia prevaricadora, porque los miembros del TC que han aprobado que Bildu se presente a las elecciones saben de sobra que hay vínculos demostrados entre dicha coalición y ETA. Pero claro, los miembros del TC no rinden cuentas ante nadie. Bueno, sí. Ante quien les nombró para ese cargo.
Pues entonces lo mismo debería pasar con el TS, donde también hubo gran cantidad de votos particulares. ¿O es que sólo vamos a criticar las sentencias con las que no estamos de acuerdo?
ResponderEliminarPor cierto, si consideras que hay prevaricación ahí tienes los tribunales a tu disposición. Es lamentable que la política determine a los jueces y que estos voten de acuerdo con los postulados de sus partidos, pero me temo que tu posición es la de que seas tú quien reparta los carnets de juez.