Llegó con la idea de hacer limpieza en el Vaticano y duró 33 días.
Hoy el nuevo Papa llega con la misión de "regenerar la Iglesia y hacer limpieza en el Vaticano después de los escándalos que en los últimos meses les han sacudido".
¿Lo va a conseguir? Espero que sí. ¿Le va a costar la vida el intento? Espero que no.
Pero sí sé algo: Una cosa son los deseos de los cardenales, que después de la elección del nuevo Papa cada uno se va de vuelta a su casa, y otra cosa muy diferente son los oscuros intereses que se mueven en el Vaticano, donde el nuevo Papa se tendrá que quedar para enfrentarse con todos ellos, probablemente solo.
Benedicto XVI no puso seguir y tiró la toalla. Esperemos que Francisco I pueda enfrentarse a todo lo que le espera sin rendirse y, repito, sin que ello le cueste la vida.
Si sigue haciéndose la comida él mismo, como cuando era arzobispo de Buenos Aires, las probabilidades de un accidente disminuyen. Esos accidentes son una tradición en Roma desde el tiempo de los emperadores; creo que fue el primero, Octavio Cesar Augusto, el que al final de su vida solo comía fruta recogida por el mismo en el árbol. Y Claudio, murió tras comer un plato de Amanitas Cesáreas preparado por su propia mujer, la madre de Nerón, plato que al parecer contenía alguna amanita phalloides.
ResponderEliminarY tendrá que tener cuidado con los medicamentos, sobre todo con los vasodilatadores, no vaya a tener un infarto como Juan Pablo I.