Resulta que una mujer se vio obligada a hacer un examen para una oposición... ¡en el paritorio, tras veinte horas sin dormir, con la epidural puesta, con las piernas abiertas (con perdón) y con una dilatación de ocho centímetros! ¿Una inocentada, el guion de una película de enredos, El Mundo Today? Pues no. Es real. Eso sí, hay que leer todo el artículo para ver las barbaridades que se cometieron ("otras dos enfermeras opositaron en ese hospital a la misma hora", "condiciones tiene todo el mundo", etc., etc.).
Y yo, llegado a este punto, no sé qué decir. Solamente que me parece increíble. Pero sucedió.
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