Y lo peor es que puede que esto no haya hecho nada más que empezar

14 muertos (por ahora). Muchos. Demasiados (uno solo es demasiado). Pero lo peor es que se pueden quedar en pocos si consiguen sus objetivos. Los terroristas musulmanes tenían como meta una masacre de decenas o tal vez cientos de muertos. Y casi lo consiguieron. Lo único que lo evitó fue la impericia de uno de ellos en manipular los potentísimos explosivos. Afortunadamente. Pero por desgracia puede que el siguiente no cometa el mismo error. España sigue en el punto de mira de estos fanáticos religiosos.