Iba a escribir sobre el lamentable espectáculo que está dando en Tribunal Supremo por culpa de su Presidente, Luis María Díez-Picazo. Pero Victoria Prego lo ha dejado muy claro en su artículo,
Bochorno en la Sala Tercera del Supremo, en
El Independiente. Estoy completamente de acuerdo con ella, punto por punto y coma por coma. Añado que la solución para que la Justicia en España no coseche merecidamente más descrédito que el que ya se ha ganado a pulso (que es mucho) es solamente una: la dimisión de Luis María Díez-Picazo como Presidente del Tribunal Supremo.
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