Cosas veredes, amigo Sancho, decía Don Quijote, y qué razón tenía. 7 (martes), 8 (miércoles) y 10 (viernes) eran las fechas normales para el debate de investidura. Pero Pedro Sánchez está tan desesperado porque no se fía de ERC que ha optado por poner el debate de marras en 4 (sábado), 5 (domingo y víspera de Reyes) y 7 (martes), haciendo la puñeta a un montón de gente. Lo nunca visto. Desde luego que esto no es lo más importante del desastre que se avecina, pero no deja de ser un síntoma de la poca seriedad del sujeto en cuestión.
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