Es evidente que el colectivo sanitario de la Comunidad de Madrid (como todo el nacional) mira mayoritariamente con el ojo izquierdo. Van
a por Ayuso. Pero eso no quita para que sea una auténtica barbaridad que en 34 centros de urgencias extrahospitalarias los pacientes se vean obligados a ser atendidos por videoconferencia. Ni en plena pandemia del covid eso pasó aquí, en Houston (salvo para los casos con síntomas de covid).
Está claro que un paciente que acude a una urgencia, aunque sea extrahospitalaria, necesita de un médico que le atienda en persona. Por no decir que la telemedicina debe ser una elección del paciente, no una obligación impuesta por los políticos de turno.
Bien haría Ayuso en rectificar esta cuestión antes de que sea demasiado tarde y la izquierda la utilice, con razón, para arremeter contra ella cuando se acercan unas nuevas elecciones en la comunidad autónoma.
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