Ayer, España vivió un momento sin precedentes, un acto de afirmación y esperanza en el que cientos de miles de ciudadanos se congregaron cívicamente en la manifestación convocada por el Partido Popular bajo el lema “España por la libertad. No más cesiones a ETA”.
Una manifestación contra la política antiterrorista de un gobierno socialista, más bien de Rodríguez Zapatero, que adultera la realidad, que pretende equiparar las excarcelaciones automáticas por aplicación de la Ley, que tuvieron lugar durante los Gobiernos del PP, con la públicamente reconocida excarcelación política del terrorista De Juana Chaos. Unas excarcelaciones automáticas que pueden equipararse con las otras 100 que se han efectuado desde que Zapatero llegó al poder, pero que son incomparables con la patraña de De Juana Chaos, un caso excepcional y sin precedentes en nuestra democracia.
Por ello, más de dos millones de españoles, que creen que las cosas no se arreglan solas y que España es responsabilidad de todos, se han manifestado en Madrid por la injusticia cometida con un terrorista que no pide perdón, que no se arrepiente, que nos desprecia y, para colmo, se ríe de nosotros con sus parodias de hospital. Y también por las víctimas de la sinrazón, que son el verdadero testimonio de nuestra fe en la democracia, los representantes del precio que los españoles hemos pagado por nuestra libertad.
Todos sabemos que ETA no quiere la paz, busca la victoria a través del débil Gobierno que ha encontrado, y quiere aprovechar tan ‘jugosa’ ocasión. Es por eso que este país necesita una política antiterrorista seria, una política diseñada para perseguir a los terroristas, no para poner zancadillas a los españoles que no aplauden a un Gobierno -falso garante del “talante”- que está cogido en una trampa en la que él mismo se ha metido y de la que no sabe salir.
Yo soy uno de tantos millones de jóvenes españoles que no ha conocido otra cosa que la sana democracia, que siempre ha vivido en una responsable libertad, que siente la bandera y el himno de nuestra nación como símbolos de unión de un pueblo que ha pasado por momentos muy difíciles, pero que permanece fuerte, que siempre estará ahí tal y como pudimos comprobar ayer. Y es así como, todos juntos, desde la pluralidad que caracteriza a los seres humanos, debemos recordar y aprender del pasado, vivir en libertad el presente, y construir nuestro futuro y el de nuestros descendientes.
De esta manera, porque adoro vivir en democracia y porque quiero que se aísle a los violentos, yo también quiero expresar, desde este blog, el deseo que el Gobierno rectifique su política antiterrorista, que Batasuna desaparezca de nuestras calles y que ni sueñe con volver a los ayuntamientos.
Esta es mi afirmación, mi deseo, mi esperanza, mi sueño, ... nuestra tarea.
No estás solo.
ResponderEliminar