Es lo que tienen los regímenes donde el Legislativo controla al Ejecutivo, que el Primer Ministro no puede hacer lo que le da la gana. Es lo que pasó ayer con Boris Johnson, que el Parlamento del Reino Unido le ha parado los pies en el tema de sacar al país de la Unión Europea por las bravas, para lo que inclusó intento cerrar el mismo Parlamento.
Por cierto, que un diputado conservador, Phillip Lee, abandono dicho partido para unirse al liberal por, literalmente, las "manipulaciones, intimidaciones y mentiras" de Johnson. No puedo estar más de acuerdo con él sobre los calificativos hacia este sujeto, para quien el fin (estar él en el poder y sacar al Reino Unido de la Unión Europea como sea) justifica los medios (los que sean).
Ahora se abre un interesante periodo (otro más) en que veremos si Boris Johnson consigue su meta que convocar elecciones.
Sin duda, repito, tiempos interesantes. Posiblemente demasiado.
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