viernes, 13 de mayo de 2016
El problema no es la mujer del burka, sino el tío del turbante
Mucho se ha escrito sobre la entrega de uno de los VIII Premios Internacionales de Traducción Rey Abdullah bin Abdulaiz por parte del Presidente de Castilla-La Mancha a una mujer con burka (no era un burka, sino un nicab, pero para que nos entendamos) ante el principe saudí Abdulaziz Bin Abdullah Bin Abulaziz, que es quien creo que preside la organización en representación de su padre.
Pues bien, para mí lo secundario es que García-Page le entregue el premio a la mujer completamente tapada; no podía hacer otra cosa sin que la ceremonía se le fuera de las manos. El problema real es que un Presidente de Castilla-La Mancha, una comunidad basada en la total libertad y la democracia laica, está colaborando en una ceremonía con un príncipe dirigente de Arabia Saudí, un país basado en la total intolerancia y la dictadura religiosa.
Y este sujeto (el príncipe saudí) se permitió decir hipócritamente en ese mismo acto que hay que "difundir igualdad frente al extremismo e intolerancia". Cuando en su país la igualdad simplemente no existe, sino que lo que sí existe, y en grado superlativo, es el extremismo y la intolerancia. Sinceramente, ni sé que decir ante eso.
Pero claro, los saudíes son nuestros aliados (de España, de la Unión Europea, de Estados Unidos, de Castilla-La Mancha; y con cualquier Gobierno, de derechas o de izquierdas). Y a ellos se les permite todo. Allí y aquí.
El problema no es el tío del turbante, sino los políticos que se venden a él.
ResponderEliminarhttp://gatesofvienna.blogspot.be/2012/01/how-to-destroy-country-part-1.html
Pues sí, es verdad.
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