Digo que me cansa la prensa de derechas porque es la que suele leer. A veces le echo un vistazo a la de izquierdas, pero últimamente poco, la verdad. Y digo que me cansa porque resaltan ante mis ojos, como si estuvieran escritas en color rojo, esas opiniones desde los titulares de las noticias. El otro día vi uno (otro más) e iba a escribir sobre el tema, por lo que la puse en mis favoritos, pero finalmente desistí.
Pero es que ayer, con lo de la investidura de Feijóo, fueron uno tras otro. Aquí van unos ejemplos.
Los únicos de los que he leído, en honor a la verdad, que no se posicionan ya desde los titulares son El Independiente y El Confidencial.
Se decía que un buen periodista nunca debía mezclar información y opinión. Antiguamente lo hacían intentando disimular un poco. Pero hoy en día ya lo hacen con todo el descaro del mundo. Lo dicho, me cansa esta prensa de derechas (y de izquierdas) donde o los redactores son mediocres o toman a los lectores por tontos (probablemente ocurran ambas cosas, que toman a los lectores por tontos porque son mediocres).
Con estos mimbres no me extraña que los periódicos estén hundidos económicamente, a expensas de que los mantengan los partidos políticos y los bancos, partidos y bancos a los que apoyan fielmente desde sus páginas, porque son los que les dan de comer.
¿Y la independencia periodística y la búsqueda de la verdad para publicarla? Bien, gracias.
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