Ya escribí ayer sobre las violaciones que hace el islam de los derechos humanos. Hoy quiero llegar, brevemente, a la conclusión que de ello se debería derivar.
Y es que, vistas la ausencia de los derechos humanos en los países islámicos de aquellos que no se someten a dicha religión, lo que se debería hacer desde los países occidentales (basados en la libertad y en la democracia) es dejar de hablar en primer lugar de "alianzas de civilizaciones" (eso es, de facto, reconocer de igual a igual a un grupo social que práctica las más terribles discriminaciones por razones de sexo y religión, además de violar la libertad), y en segundo lugar tirar a la basura el concepto el "multiculturismo" (implica que en los países basados en la libertad pueden asentarse culturas que violan esa libertad).
Y, en sentido positivo, tomar la posición de denunciar todas las barbaridades que se están cometiendo en los países islámicos; y esto debería hacerse desde un concepto no ya político, sino simple y llanamente humano, porque son muchos los seres humanos en sus territorios que están padeciendo las ya mencionadas violaciones de sus derechos (mayoritariamente las mujeres, los no musulmanes y los musulmanes que dejan de serlo).
Basta ya de utilizar la demagogia para callar las barbaridades. Es hora de que los líderes políticos y sociales occidentales llamen a las cosas por su nombre, y digan las salvajadas que estos salvajes están cometiendo, y que las están cometiendo en nombre de su religión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.