Hace varios meses mantuve uno de mis escasos intercambios dialécticos en Twitter, a veces irónico y a veces serio. Fue en los comentarios de un tuit de Isabel Díaz Ayuso. Lo curioso es que, llegado un momento, ese intercambio de opiniones despareció. O, al menos, yo no lo podía encontrar. Así que todo apuntaba a que mi interlocutor me había bloqueado.
Tiempo después caí en la cuenta de que podría encontrarlo a través del private mode de mi navegador Opera. Y así fue. Helado me quedé. Aquí os lo dejo. Ya veis el nivelazo que se gastan estos chicos (o al menos algunos) de la extrema izquierda. Lo que, de paso, me reafirma en unas opiniones que expresé hace tiempo (una, dos, tres y cuatro).
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