Y es que la visita de Zapatero a la Venezuela de Hugo Chávez, con el acuerdo para la venta de material militar de España al régimen venezolano (diez aviones de transporte, dos aviones de vigilancia y ocho patrulleras), ha batido todos los récords en materia de equivocaciones (y no precisamente pequeñas) en un solo viaje.
Vayamos por partes.
En primer lugar, leamos lo que dice Victoria Prego al respecto:
Pero, claro, si España le pone en las manos al golpista venezolano aparatos convertibles en material de guerra. Y si, además resulta que Rusia le vende fusiles de asalto y Brasil aviones de combate, resulta indiscutible que unos cuantos países están ayudando a Chávez a armarse. Y que nuestro pacífico y pacifista Gobierno ha convertido a España en uno de ellos.
Para, un poco más adelante en el mismo artículo, añadir:
Pero ¿qué es preferible: atreverse a dar la cara en IZAR y no prometer que sus puestos de trabajo están asegurados, o verse obligado a dar la cara ante el país entero y explicar esta política con Chávez?
Porque es que, para mayor inri, fue el propio presidente Zapatero quien se encargó en su día de suspender la donación de carros de combate de tercera mano a Colombia, país vecino y enemistado con Venezuela, que había decidido Aznar.
A ver quién es el guapo que convence a los españoles de que esta operación es en favor de la paz.
Es decir, que lo que está haciendo Zapatero es ni más ni menos que incurrir en una enorme contradicción delante de toda la sociedad española. Porque por un lado se las da de pacífico (casi pacifista de hecho) y por otro lado vende armar a un régimen violento. Por un lado niega la venta de armamento usado a un país, Colombia, y por otro lado vende armamento nuevo a otro país, Venezuela.
Pero dicha decisión tiene otra implicación, la ideológica. Porque no podemos olvidar que Colombia y Venezuela son dos países entre los que hay muchas tensiones (que hace poco estuvieron en un alto punto). Y mientras Colombia tiene un gobierno conservador, que lucha contra el terrorismo de las FARC y es aliado de Estados Unidos, Venezuela tiene un gobierno comunista, que apoya el terrorismo de las FARC y que es enemigo de Estados Unidos. Lo que está haciendo Zapatero, por lo tanto, es tomar una decisión ideológica, apoyando a un régimen cercano a sus postulados en contra de otro gobierno alejado a esas ideas políticas.
Ahora bien, siguiendo con el triste recorrido de los despropósitos en una sola decisión, quiero citar algo interesante:
Por su parte, el portavoz de CiU en la Comisión de Política Social y Empleo, Carles Campuzano, acusó al Gobierno socialista de "incumplir" el Código de Conducta de la Unión Europea en materia de exportación de armas y calificó de "poco decente" que "vincule" esta venta al mantenimiento de puestos de trabajo en los astilleros españoles de Izar.
En declaraciones a Europa Press, Campuzano explicó que este convenio exige como requisitos para vender armas, entre otros, el respeto a los derechos humanos en el país de destino final, la situación interna de ese país en cuanto a la existencia de tensiones o conflictos armados, y el mantenimiento de la paz y la estabilidad regionales.
¡Ahí es nada! Estamos que el pacifico y europeísta Zapatero está incumpliendo la legislación europea en materia de venta de armas.
Pero es que otro punto es la razón que Zapatero nos ofrece para haber firmado dicho acuerdo:
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, justificó el acuerdo de venta de armas que ha suscrito con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, porque, según dijo, creará 600 puestos de trabajos durante seis años en los astilleros de Izar.
Está claro que todos los países que vender armas lo hacen por intereses económicos. Pero que eso lo diga un presidente que alardeó de pacífico (casi pacifista) durante la guerra contra el Iraq de Saddam Hussein, cuando está vendiendo armamento a un país que tiene altas posibilidades de usarlo contra sus ciudadanos o contra algún país vecino, es simplemente inmoral.
Claro que cabe resaltar dos detalles ya anotados.
Uno, que el régimen de Hugo Chávez está recortando cada vez más el respecto a los derechos humanos y las libertades de los venezolanos que no están de acuerdo con él.
Dos, que el Gobierno de Venezuela es una verdadero peligro para la paz en América Latina, como lo demostró la reciente escalada de tensión con Colombia, el hecho de que apoya a las terroristas FARC de Colombia, el que esté alentando subversiones nada democráticas como las que está haciendo el MAS de Evo Morales en Bolivia, o que esté buscando el enfrentamiento de Chile con países como Perú y Bolivia. Pues a este país España le está vendiendo armamento.
Y finalmente, y no lo menos importante, la decisión de Zapatero ahonda más las diferencias entre España y Estados Unidos:
La Embajada de Estados Unidos en Madrid ha expresado al Gobierno español su "preocupación" por algunas adquisiciones de armas por parte del Ejecutivo venezolano, según informaron a Europa Press fuentes de la representación diplomática estadounidense.
Una preocupación que se ha hecho llegar al Ejecutivo a través del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
Recordemos que ese término, "preocupación", es una forma suave dentro del lenguaje diplomático para decir que se está en desacuerdo con una decisión. Lo cual hay que señalar que la Embajada de Estados Unidos en España se lo ha hecho saber al Ministro de Asuntos Exteriores español. Es decir, que por mucho que ahora el gobierno español quiera quitarle hierro al asunto de las diferencias con Estados Unidos (como siempre intenta), la realidad es que Estados Unidos se ha tomado este tema bastante mal. Y es que no es para menos. España rechaza ayudar militarmente a Colombia, país amigo de Estados Unidos, mientras que se dedica a apoyar en su escalada armamentista, vendiéndole armas, a Venezuela, enemigo declarado de Estados Unidos.
La decisión de Zapatero es de una alta provocación hacia Estados Unidos, porque si bien hasta ahora los despropósitos hacia dicho país, con ser graves, lo habían sido de gestos y palabras, ahora se pasa al terreno de los hechos, y los hechos militares, para mayor gravedad. Y eso nada más y nada menos contra (y hay que destacar dicha palabra) el país más poderoso militarmente y más desarrollado económicamente del mundo. Con el que, además, nos unen fuertes intereses militares y económicos. Unos intereses que, por demás es decirlo, jamás podrá igualar ni de lejos lo que nos pueda ofrecer Venezuela. Desastroso, casi suicida.
Como habrá sido la metedura de pata, el error, la necedad, que Zapatero ha superado, como dije al principio de este texto, a un personaje cercano a él que es manifiestamente incompetente. ¿Quién? Moratinos. Sí, sí, Moratinos. Leamos otra vez a Victoria Prego:
Ahí tienen razón los de Moratinos, que se han resistido a este contrato, y han advertido de los riesgos de este viaje con toda la intensidad que han podido.
Vamos, que hasta Moratinos ha visto la terrible equivocación, le ha avisado a Zapatero, y él como si nada. Este es el Presidente de Gobierno de España.
Resumiendo:
1. La decisión es contradictoria con la supuesta posición pacífica de Zapatero.
2. La decisión es totalmente ideológica.
3. La decisión incumple la legislación de la Unión Europea respecto a la venta de armas.
4. La decisión es inmoral.
5. La decisión apoya un régimen que viola la libertad y los derechos humanos de sus ciudadanos.
6. La decisión apoya un régimen que es altamente peligroso para la paz en la zona.
7. La decisión incomoda (una vez más) a los Estados Unidos.
Lo dicho, Zapatero va de mal en peor. Y siempre con la casi certeza de que habrá algún desastre en el futuro que superará al desastre del presente.