El rincón de la libertad
sábado, 17 de abril de 2021
Ponte la vacuna y corre el riesgo (muy pequeño, pero riesgo) de morir por la colectividad
No soy antivacunas en general ni contra el coronavirus en particular. Pero que las vacunas anticovid de AstraZeneca y de Janssen no son seguras al 100% creo
que es más que evidente. Pero los gobiernos de la Unión Europea y de España siguen insistiendo en su cantinela de que "los beneficios son muy superiores a los riesgos". Y lo curioso del tema es que tienen toda la razón. Porque lo que le están contando a la sociedad es una terrible verdad a medias (recordemos que las verdades a medias son las peores de las mentiras).
Tienen toda la razón desde su punto de vista, el cual está basado no en el individuo, sino en la colectividad. Lo que a ellos les interesa no es vacunar contra el coronavirus para que los individuos como tales están a salvo de la enfermedad, sino para que la epidemia pare de propagarse por la sociedad.
Por eso nunca hablan de que las vacunas de AstraZeneca y de Janssen son totalamente seguras. Sino que cuentan la historia mencionada de "los beneficios son muy superiores a los riesgos". Lo que jamás reconocerán es lo que quieren decir con esas palabras. Que para que la pandemia pare de propagarse por la colectividad vale la pena que haya un mínimo porcentaje de trombosis e incluso un porcentaje aún más minimo de muertes.
Los números son los que son. Los trombos de Janssen en Estados Unidos: seis casos entre casi 7 millones de vacunados y la frecuencia de estos trombos es de "aproximadamente uno de cada 100.000" vacunados con AstraZeneca. En cuanto a muertes, después de recibir la dosis de Johnson & Johnson. Una murió y la vacuna AstraZeneca... 30 muertes. Repito, son los números que hay.
Evidentemente son muy pocas las personas con trombosis en relación a las vacunadas, y muchas menos las fallecidas. Pero claro, el problema es que al que le toca, le toca.
He escuchado en determindados medios informativos españoles hablar de desinformación general debido a que se están dando todos los datos en tiempo real. Supongo que toman a las personas por tontas al afirmar una contradicción de ese calibre en la misma frase.
Lo que está sucediendo, reitero, es que a los gobiernos en general y al español en particular les importa un pimiento las libertades individuales. Lo que quieren es parar el contagio como sea. Aún al precio de algunas trombosis y algunas muertes.
que es más que evidente. Pero los gobiernos de la Unión Europea y de España siguen insistiendo en su cantinela de que "los beneficios son muy superiores a los riesgos". Y lo curioso del tema es que tienen toda la razón. Porque lo que le están contando a la sociedad es una terrible verdad a medias (recordemos que las verdades a medias son las peores de las mentiras).
Tienen toda la razón desde su punto de vista, el cual está basado no en el individuo, sino en la colectividad. Lo que a ellos les interesa no es vacunar contra el coronavirus para que los individuos como tales están a salvo de la enfermedad, sino para que la epidemia pare de propagarse por la sociedad.
Por eso nunca hablan de que las vacunas de AstraZeneca y de Janssen son totalamente seguras. Sino que cuentan la historia mencionada de "los beneficios son muy superiores a los riesgos". Lo que jamás reconocerán es lo que quieren decir con esas palabras. Que para que la pandemia pare de propagarse por la colectividad vale la pena que haya un mínimo porcentaje de trombosis e incluso un porcentaje aún más minimo de muertes.
Los números son los que son. Los trombos de Janssen en Estados Unidos: seis casos entre casi 7 millones de vacunados y la frecuencia de estos trombos es de "aproximadamente uno de cada 100.000" vacunados con AstraZeneca. En cuanto a muertes, después de recibir la dosis de Johnson & Johnson. Una murió y la vacuna AstraZeneca... 30 muertes. Repito, son los números que hay.
Evidentemente son muy pocas las personas con trombosis en relación a las vacunadas, y muchas menos las fallecidas. Pero claro, el problema es que al que le toca, le toca.
He escuchado en determindados medios informativos españoles hablar de desinformación general debido a que se están dando todos los datos en tiempo real. Supongo que toman a las personas por tontas al afirmar una contradicción de ese calibre en la misma frase.
Lo que está sucediendo, reitero, es que a los gobiernos en general y al español en particular les importa un pimiento las libertades individuales. Lo que quieren es parar el contagio como sea. Aún al precio de algunas trombosis y algunas muertes.
viernes, 16 de abril de 2021
Contra la pena de muerte
En este tema de la pena de muerte he cambiado de opinión varias veces en mi vida. En mi primera juventud estuve a favor de la pena de muerte, aunque siempre tuve muchas dudas sobre la misma. Un libro sobre el tema, El año que murió Franco, de Pedro J. Ramírez, me hizo cambiar de opinión a los 21 años de edad y pasé a posicionarme en contra de la pena de muerte, como escribí en el 2005. Y en 2011 escribí sobre el tema en este blog, exponiendo mis dudas sobre ser contrario a la pena de muerte.
Desde entonces he seguido dándole vueltas al tema. Y he llegado a la conclusión de que la pena de muerte tiene más argumentos en contra que a favor. Sobre todo la irreversibilidad de la pena. Evidentemente se pueden poner todas las garantías posibles (como se hace en los estados de Estados Unidos que la aplican). Pero siempre habrá casos en los que haya un rendija de duda y se pueda condenar a un inocente.
A lo que cabe añadir que la escena de un ser humano indefenso (por más asesino que sea) siendo matado fríamente por otro ser humano me produce un verdadero rechazo.
Por eso estoy completamente a favor de que, para los crímenes horribles, en lugar de la pena de muerte se aplique la cadena perpetua sin posibilidad alguna de revisión.
Libro "Evidencia que exige un veredicto", gratis en pdf
Josh McDowell fue desafíado por un grupo de estudiantes universitarios cristianos a que probase que la resurrección de Jesús era falsa. Aceptó el reto y se puso manos a la obra. Lo que encontró, en una investigación honesta, fue exactamente el resultado. En este libro está ese resultado.
jueves, 15 de abril de 2021
Partidocracia en España (109): 2015, comienza la antidemocracia
Y aquí empieza lo bueno (es un decir). Las elecciones de 2015 las ganó el PP con el 28.71%, seguido del PSOE con el 22.00%. Lo normal, en una democracia sensata, hubiera sido una segunda vuelta entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Pero en vez de eso la elección de Presidente se convirtió en un auténtico circo político. A punto estuvo Sánchez de haber conseguido la Presidencia, a pesar de haber quedado segundo, si Podemos le hubiera apoyado. Pero no sucedió.
Ese circo político en vez de una sensata segunda vuelta hace que el color de estas elecciones sea rojo como un tomate de antidemocracia y partidocracia.
España, partidocracia (serie)
Ese circo político en vez de una sensata segunda vuelta hace que el color de estas elecciones sea rojo como un tomate de antidemocracia y partidocracia.
España, partidocracia (serie)
miércoles, 14 de abril de 2021
Tres socialistas y media rinden homenaje a Clara Campoamor, ocultando todos que era liberal
Ayer tres socialistas (Carmen Calvo, Meritxell Batet y Pilar Llop) y otra media (Letizia Ortiz, media socialista y media comunista, media republicana y media monárquica, media conservadora y media progre, media y media) le rindieron homenaje a Clara Campoamor.
Lo curioso del asunto es que, leyendo la noticia sobre el tema, ningún medio menciona un hecho importantísimo, que ella era liberal. Y siempre que se habla de su ardiente defensa del voto femenino en las Cortes se oculta cuidadosamente que quien defendió la prohibición del mismo fue Margarita Nelken, quien era, ojo al dato, socialista.
Así se reescribe la historia.
Lo curioso del asunto es que, leyendo la noticia sobre el tema, ningún medio menciona un hecho importantísimo, que ella era liberal. Y siempre que se habla de su ardiente defensa del voto femenino en las Cortes se oculta cuidadosamente que quien defendió la prohibición del mismo fue Margarita Nelken, quien era, ojo al dato, socialista.
Así se reescribe la historia.
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