Estimado lector, cambie la palabra virus por la palabra terrorismo y tendrá lo que fue la filosofía durante los años en que ETA golpeó con sus atentados. Viene esto a cuento de que se está diciendo a los españoles que este no es el momento de criticar al Gobierno, sino de arrimar el hombro. Como si las dos cosas fueran incompatibles. Que no lo son, porque se puede perfectamente arrimar el hombro en lo que cada cual pueda hacer contra el contagio a la vez que se critica la pésima gestión que del mismo ha hecho el Gobierno.
La filosofía de la unidad frente al terrorismo etarra (de la unidad frente al terrorismo del 11-M mejor no hablar) la está utilizando el Gobierno aviesamente para trasponerla directamente, palabras por palabra, en la presente crisis, cambiando solamente, como dije, la palabra terrorismo por la palabra virus. Con la meta, evidentemente, de que no se le fiscalice ahora, sabedor de sus enormes fallos. Y lo sorprendente del asunto es que parece que muchos españoles, puede que hasta la mayoría, están comprando este gato por liebre. Debido, supongo, a todos aquellos años de terrorismo etarra, en los que la unidad en torno al Gobierno de turno se hacia completamente necesaria, para no dar ventajas a ese terrorismo.
Pero es que lo anterior no pasa con el coronavirus, que evidentemente no va a obtener ninguna ventaja de que se critique al Gobierno. Esas críticas al Gobierno no harán a la pandemia más letal de lo que ya es. Si acaso menos, al obligar al Gobierno a actuar al saberse cuestionado.
No, no son equiparables la pasada lucha contra el terrorismo con la actual lucha contra el coronavirus. En aquella la obligación era apoyar al Gobierno, en ésta la obligación es criticarle en todos sus errores. Algo que, por lo menos, tienen claro los medio de prensa que suelo leer. Pero que no sé si tienen claro los españoles.
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