Feijóo, con esa falsa humildad que le caracteriza, va de sobrao, tanto a derecha (Vox) como a izquierda (Ciudadanos) e incluso hacia arriba (el PP nacional).
Puede que la cosa le salga bien y revalide su mayoría absoluta (lo que en principio le podría suponer un trampolín para saltar a la política cuando Casado se la pegue -que se la pegará, antes o después-).
Pero también puede suceder que su apuesta le salga mal y acabe necesitando a Vox para gobernar (parece casi imposible que Ciudadanos obtenga representación). E incluso es posible que todo le salga rematadamente mal y el tripartido socialista-comunista-nacionalista sume mayoría absoluta. Si sucede lo primero la verdad es que me voy a partir de risa. Si pasa lo segundo no será divertido, sobre todo para los gallegos, pero Feijóo se habrá buscado a pulso su salida de la política por la puerta de atrás.
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