Inés Arrimadas, con todas sus limitaciones de su actual seguidismo al PP y posiblemente de proponer un modelo de partido más vertical, sigue manteniendo su estilo personal que conecta con el espectador.
Los militantes de Ciudadanos tienen que elegir entre el carácter sanguíneo de Arrimadas o el carácter flemático de Igea. Si eligen al segundo, repito, Cs está acabado. Si eligen a la primera tal vez exista una posibilidad de que el partido naranja se salve. Esa posibilidad sin duda, por factores internos y externos, es bastante remota, la verdad. Pero algo es algo, por poco (muy poco, ciertamente) que sea.
El PP ya se ve que no tiene remedio, es un apéndice progre, como se ha visto con la polémica de Cayetana. Creo que lo suyo será que Arrimadas acabe de líder del PP-Cs y se dejen de historias.
ResponderEliminarHoy día, PP y Cs son lo mismo, un centrismo ñoño que acata la moral progre, sin ser tan malos en economía, así que, ¿para qué tanto disimulo?
Ese es el problema, que Cs se está dejando absorver por el PP en vez de mostrarse como un partido diferente y seguir defendiendo la regeneración. Veremos como evoluciona la cosa.
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