Terminaba yo ayer diciendo que lo de las dos Españas le puede salir a Pedro Sánchez demasiado bien. Porque este hombre está jugando con fuego con sus continuos coqueteos políticos con los filoterroristas (en muchos casos sin el filo) de Bildu.
Sé algo del tema y me imagino las conversaciones que tienen que estar sucediendo todos los días en el generalato español. La pobre no tiene culpa de nada, pero los calificativos tienen que alcanzar constantemente a la madre de Sánchez. Y es que los generales españoles deben estar por los sesenta años o un poco más. Vamos, que con toda seguridad tienen en su memoria los brutales atentados de ETA, muchos de los cuales se llevaron a cabo cuando ellos eran oficiales. Más de uno habrá asistido a funerales de compañeros.
La desmemoria española es grande. Aquí todo el mundo recuerda el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Pero nadie se acuerda de los planes para una brutal intentona el 27 de octubre de 1982. Y tampoco del intento de un multiple magnicidio el 2 de junio de 1985. Los dos últimos hubieran dejado en un auténtico juego de niños lo del 23-F.
Por ello no es descartable que se estén haciendo planes de un nuevo intento de golpe de Estado. O para asesinar a Pedro Sánchez. O las dos cosas a la vez.
Que nadie se llame a engaño. A esta gente no la frena que España esté en la UE y la OTAN. Y si me hablan del CNI, sin la mínima ironía diré que sí, que podrían detectarlo... o no; es jugar a la ruleta rusa.
Y no, no estoy de acuerdo con ninguna de las tres posibilidades. Me parecen una barbaridad. Pero aquí no se trata de mi opinión, sino de que, por los juegos de Sánchez con fuego, en España pueden acabar quemándose todos. Por supuesto, espero equivocarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.