lunes, 16 de agosto de 2021

¿Cuanto dinero robó Ashraf Ghani, el Presidente de Afganistán que dijo que no se iría, que no abandonaría a su gente y que estaba dispuesto a morir por su país?

Este sujeto, Ashraf Ghani, dijo el 17 de mayo que si había guerra no se iría, que no abandonaría a su gente y que estaba dispuesto a morir por su país. El mismo sábado aseguró que su "máxima prioridad" era la "removilización de nuestras fuerzas de seguridad y defensa" y que se estaban "dando pasos serios al respecto". Menos de 24 horas después abandonó el país y el cargo. Y ahora dice que lo hizo para evitar un gran desastre humano y bla, bla, bla.

El título de este texto es lo que me vino a la mente cuando leí lo último. En ese mismo comunicado dice que había dedicado su vida a proteger a su querido país durante los pasados veinte años. Sí, ya. Con toda seguridad estuvo desviando (robando) fondos procedentes de Estados Unidos y otros países hacia cuentas personales en el extranjero, por si llegaba este momento, en vez de invertirlos en progreso y seguridad para su gente.

Es la misma historia de siempre. Llegan con enormes promesas, saquean el país y cuando las cosas se ponen realmente feas salen corriendo hacia otra parte para vivir a todo tren con lo robado, dejando a su gente en la estacada. Lo he visto personalmente en Bolivia y en Nicaragua, por ejemplo. Otro ejemplo es lo que leí de que, cuando sucedió el terrible terremoto de 2010 en Haití, se encontró parte de la ayuda humanitaria (que se donó para que se repartiera gratuitamente) en las tiendas, vendida a los comerciantes por integrantes del ejército que la administraban.

Por eso la gran mayoría de los países tercermundistas nunca despegan, por la enorme corrupción que hace que los recursos que deberían ir a infraestructuras, sanidad, educación y seguridad vayan a bolsillos de los que ostentan el poder, desde un simple policía hasta el presidente, pasando por funcionarios, jueces, ministros y un largo etcétera en el que está incluido todo aquel que puede pillar algo. Y cuanto más alto está más roba, por supuesto.

Y en esa escala estoy convencido que está este sujeto, Ashraf Ghani, que dijo que bajo ninguna circusntancia abandonaría a su gente y que estaba dispuesto a morir por su país, pero que en cuanto las cosas se pusieron feas salió volando dejando tirados a todos los que habían creído en él, para ahora decir que lo hizo por ellos. Me da asco, de verdad.

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