viernes, 5 de enero de 2007

ETA no quería matar

Nadie quería las muertes de las ya tristemente confirmadas dos víctimas mortales del atentado de Madrid. Ni el Gobierno, ni la oposición, ni ningún partido político, ni ninguna persona de bien. Ni tan siquiera, curiosamente (y perdón por la palabra en estas circunstancias), ETA y sus defensores batasunos. Ello, por supuesto, no exime de ninguna responsabilidad a los autores etarras del brutal atentado y sus compañeros políticos. Pero es un dato muy importante a analizar.

Cuando me enteré del atentado lo primero que me vino a la mente fue el atentado etarra de Madrid el 25 de junio del año pasado, en el Estadio de La Peineta (lo comenté aquí). En aquella ocasión ETA no quiso matar, sino mostrar su fortaleza (con ocasión, también, de la candidatura de Madrid a las Olimpiadas del 2012), y su posibilidad de, en caso de desearlo, ocasionar una verdadera masacre.

Ese objetivo era el del atentado del 30 de diciembre. Demostrar al Gobierno que ETA sigue estando activa y fuerte, y que si quiere puede matar a decenas de personas inocentes. Y ETA quería hacerlo sin muertes, para poder seguir chantajeando con la amenaza de matar al Gobierno. Para que el Gobierno pudiera seguir diciendo que "al menos no ha habido muertos por durante tanto tiempo", y bajo esa premisa seguir negociando con ETA, para que siguiera sin haberlos.

Pues, por desgracia, les salió mal, muy mal. Dos inocentes han sido asesinados (asesinados, sí, evidentemente) en el atentado terrorista. Y ahora nos encontramos en un escenario (perdón también por la palabreja en estas circunstancias) totalmente diferente al planeado por ETA, y, también, por el Gobierno.

Ni lo deseado por el Gobierno ("alto el fuego" y negociación a largo plazo), ni lo deseado por ETA (terrorismo sin muertos, para presionar fuertemente). Hay muertos; hay asesinados. Todo ha cambiado y nada es igual. No hay vuelta atrás. La única opción lógica del Gobierno, defendida incluso en los editoriales de "El País", es un ataque frontal a los terroristas y quienes les apoyan.

El anterior es, evidentemente, el análisis desapasionado políticamente, de los simples (perdón reitero por el lenguaje) hechos criminales. Pero, claro, aquí hay mucha política de por medio. Y, oído lo oído, me temo lo peor. En cualquier caso, antes de emitir otra valoración que la que ya hice hace unos días, quiero escuchar (o leer) las palabras del Presidente del Gobierno en cuanto a cual va a ser a partir de ahora la política antiterrorista del Gobierno de España, ya sea en una moción de confianza o en un debate político monográfico sobre el tema. Deseo que sea una política de total contundencia contra el terrorismo y su entorno, sin ningún tipo de ambigüedades ni concesiones a los asesinos y sus compinches políticos. Lo deseo, pero mi realismo se impone a mi optimismo. Veremos.

5 comentarios:

  1. Hombre me parece un sarcasmo cruel que digas que unos sujetos que colocan de 200 a 800 Kg. de explosivos, aun no se sabe la cantidad exacta, en la terminal de un aeropuerto, para explotar a las 9,00 de la mañana, no tienen intención de matar

    ResponderEliminar
  2. Es una estúpida trampa argumentar que unos mierdas piensan que se puede poner una furgoneta cargada de explosivos en un aeropuerto como si fuera un espectáculo pirotécnico inofensivo.

    Gracias a que la cubierta del aeropuerto es móvil --está asentada sobre los pilares-- 'subió' con la explosión y luego se asentó.

    Si llega a ser una estructura rígida estaríamos contando a los muertos por centenares.

    ResponderEliminar
  3. Pese a algunos cerrados de mente, como el primer anónimo, yo también pienso que los asesinos metieron la pata y mataron "sin querer", por decirlo de alguna manera.

    Obviamente, si juegas con bombas puedes matar a alguien, pero es muy diferente que el hecho de poner una bomba sea lo mismo que querer matar con ella.

    Aun así, son unos míseros asesinos. Si realmente no quieren matar, que no pongan bombas.

    ResponderEliminar
  4. ¿Por que soy cerrado de mente, por que no coincido contigo al analizar las intenciones de otros? Con tal de amoldar la realidad, a lo que te gustaría que fuera, desvarías tanto que si relees tu ultimo párrafo veras que se contradice totalmente con el segundo y acabas dándome la razón- ¿Quién es el cerrado de mente?.

    ResponderEliminar
  5. Tres cosas:

    1.- quien pone una bomba es responsable de sus resultados, y todos ellos son previsibles y por ello deseados.

    2.- ¿con base en qué datos dices lo que dices? Puedes tú saber qué piensan los etarras. Hechos, por favor.

    3.- ¿cómo puedes justificar violencia (atentados, kale borroka, extrosiones...) durante una "tregua" para así mejorar la posición de uno de los "dialogantes? ¿El EStado debría empezar a matar presos para así forzar también una salida más acorde con sus intereses?

    ResponderEliminar

Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.