sábado, 8 de enero de 2011

China - España (y Occidente): La misma basura de siempre

Ayer puse las fotos, hoy quiero escribir algo sobre el tema. No por sabido me molesta menos. Siempre siento la misma repulsión cuando veo un país democrático rindiéndose a una dictadura (sea cual sea el país democrático y sea cual sea la dictadura). Que las empresas mantengan las relaciones comerciales con quien consideren oportuno me parece perfecto. Pero que los gobiernos de países que respetan la libertad tengan que cerrar los ojos ante las barbaridades de países que no lo hacen, me parece sencillamente una indignidad.

En esta ocasión le ha tocado a España participar de la miseria moral de recibir al viceprimer ministro chino con todos los honores al más alto nivel (Jefe de Estado, Presidente de Gobierno, Vicepresidenta y Ministros).

Y no solamente España, porque aquí no hablamos de colores de Gobierno, ya que Alemania y Gran Bretaña son otros dos países europeos, en este caso sin sospecha de cercanías ideológicas al comunismo, que también se han rendido a los encantos del viceprimer ministro chino, sin olvidar que en noviembre pasado el presidente de dicho país fue recibido con todos los honores en Francia, cuyo presidente a su vez había visitado China en abril.

Alguien dijo que los países no tienen ni amigos ni enemigos, sino solamente intereses. Y volviendo al tema de la visita del dirigente comunista chino a España, los intereses españoles respecto a China están muy claros:

China dice que estará con España 'en las alegrías y en las penas'

O sea, en otras palabras, esto:

China se compromete a comprar 6.000 millones de deuda española

Y más:

El viceprimer ministro chino firma 16 acuerdos por 5.564 millones de euros

Pero eso no es gratis. Como ejemplo de precio éste:

El embajador chino en España, Zhu Bangzao, ha reconocido esta mañana que el caso del premio Nobel de la paz 2010, el ciudadano chino Liu Xiaobo, no se ha tratado en ninguna de las reuniones de la visita oficial de los dirigentes chinos a España.

Un hombre cuyo terrible delito fue éste:

China condena a 11 años de cárcel al disidente Liu Xiaobo por pedir reformas democráticas

Y el anterior es solamente un ejemplo de las atrocidades que el régimen comunista comete continuamente contra cualquier tipo de disidente, sea político o religioso.

Pero nada de eso importa. Por encima de todo ello están las relaciones comerciales, a las que hay que rendir las políticas. Lo dicho, la misma basura de siempre.

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