Solo puse un enlace y lo que me llovió en los comentarios fueron chuzos de punta, capitaneados por Prieto Ramiro (que se esconde en internet tras el apodo de Elentir y al que se puede ver en la foto).
Pero uno es perseverante y escribí otro texto explicando claramente mi posición. Prieto Ramiro volvió a la carga en los comenterios, pero solo para tergivesar mis palabras. Cuando puse en evidencia su tergiversación se marchó.
Escribí un tercer artículo sobre el tema, en el que ya Prieto Ramiro no comentó, supongo que porque su carencia de argumentos era evidente.
Después de haber visto la serie sobre el tema en España Examen de Conciencia, me acordé de aquello y decidí repasar los escritos y los comentarios.
Hoy en día tengo una perspectiva muy diferente de la que tenía hace diez años, como se puede ver en la sección del archivo de este blog dedicada al tema. He investigado sobre el tema y eso es lo que he encontrado.
En el presente he llegado a la conclusión de que en aquel intercambio yo traté a Prieto Ramiro con un respeto que él no merecía, por el hecho de que yo no sabía lo que había sobre el tema. Lo que hizo este sujeto fue simplemente una canallada, al defender de forma pasiva la protección de la Iglesia Católica a los pederastas.
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