Sobre la figura de Pablo de Tarso, indudablemente tuvo mucha importancia en el desarrollo de la iglesia como tal. Pero creo que más importante que ello es el hecho de que fue un terrible perseguidor del cristianismo y que no hay base alguna para descalificar como falso su relato de que se le apareció Jesús.
A lo que hay que añadir que, previamente, los otros apóstoles y discípulos, de ser hombres medrosos y acobardados, se convirtieron en valientes y decidos. ¿Qué fue lo que produjo ese dramático cambio? Ellos afirmaron que el hecho de que Jesús resucitado se les apareció. ¿Hay alguna prueba de que mintieron? No. Es más, ellos estuvieron dispuestos a padecer persecución, tortura y muerte por ello. Sin duda alguien estaría dispuesto a padecer y morir por una mentira que creee que es verdad. ¿Pero podremos encontrar a alguien que padecería persecución, tortura y muerte por una mentira a sabiendas de que es mentira? La respuesta, evidentemente, es negativa.
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