lunes, 29 de julio de 2024

Miserables y cobardes, ellos y, sobre todo, los organizadores de la ceremonia inaugural de los JJ.OO.

No vi la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. Si la hubiera podido ver, la hubiera visto, pero no fue el caso. Aunque, la verdad sea dicha, soy más aficionado a las competiciones deportivas que a este tipo de espectáculos. En cualquier caso, por lo que leo parece que no me perdí gran cosa.

Y parece que de lo peorcito fue la parodia de la Última Cena de Jesús con sus apóstoles.

Miserables que se dedican a atacar las bases de la civilización europea los hay en todas partes, pero sorprende que algunos hayan llegado tan alto como para convertirse en organizadores de la ceremonia de marras y aprobar ese lamentable espectáculo. Pero es que además de miserables son unos cochinos cobardes. Saben perfectamente que no van a ser atacados por ningún fanático perteneciente a alguna confesión cristiana. Por eso lo hacen. Pero no se atreven a hacer lo mismo con, digamos, Mahoma (un ser digno de ser caricaturizado, un miserable, un endemoniado y un ladrón, asesino y pervertido sexual; vamos, que materia para hacer algo tienen). ¿Por qué no? La respuesta está en la mente de todos. Porque hay un montón de musulmanes que son unos fanáticos asesinos que irían a por ellos. Por eso prefieren ser fuertes con los débiles y débiles con los fuertes. Canallas.

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