viernes, 6 de mayo de 2005

Enfrentamiento entre socialistas (y solo es el principio)

Hace tiempo comenté que en algún momento empezarían a aflorar las contradicciones entre los socialistas. Ese momento sería cuando debieran poner por escrito sus propuestas, por ejemplo, de reforma de los estatutos de autonomía. Y sería entonces la hora de hacer oposición de verdad para el PP y para Rajoy.

La cosa ya está encima de la mesa. El primer ejemplo es el enfrentamiento entre el PSOE y el PSC por el asunto de la propuesta de financiación de Cataluña por parte del "tripartito" catalán (por mi parte ya escribí que estoy de acuerdo con el fondo de la propuesta, pero discrepo totalmente con la forma). Enfrentamiento que se traslada de lleno al seno del mismo Gobierno de la Nación, ya que José Montilla, que defiende (al menos por ahora) la propuesta es Ministro de Industria y primer secretario del PSC, y evidentemente hay muchos otros miembros del Gabinete (probablemente todos o casi todos) que discrepan de esa propuesta. Divisiones que llegan a los "barones" autonómicos del PSOE, pues Ibarra (Extremadura), Cháves (Andalucía) y Barreda (Castilla-La Mancha) ya han mostrado su desacuerdo con el plan.

PSOE-PSC divididos, Gobierno dividido, autonomías socialistas divididas. Un verdadero espectáculo. Y esto no he hecho nada más que comenzar. Porque cuando se planteen en serio otros asuntos como el nuevo estatuto vasco, o la reforma constitucional, la tormenta interna socialista va a arreciar.

Está claro que todos los socialistas (líderes y bases) no están por la labor de la voladura de España por el solo hecho de mantener un gobierno regional (el catalán). Todo apunta incluso a que son una mayoría los socialistas que piensan así, aunque, por razones puramente coyunturales, hasta ahora no hayan abierto la boca públicamente. Pero la cosa ya se empieza a poner caliente.

No solamente Zapatero y Maragall mandan en el socialismo español. El verdadero granero de votos socialistas es Castilla-La Mancha y, sobre todo, Andalucía y Extremadura. Y esos tres presidentes autonómicos, socialistas, tienen verdadero poder en el PSOE. Y estoy convencido de que, si las cosas se ponen francamente feas con Maragall (y en el futuro con Patxi López, en el País Vasco), no dudarán en utilizarlo contra Zapatero de un modo o de otro (como, de hecho, ya están comenzando a hacer, aireando la polémica).

La verdad es que la situación no se le está poniendo nada mal a Rajoy de cara al debate del Estado de la Nación. Lo único que va a tener que hacer es citar las contradicciones de los socialistas para mostrar el personal que el socialismo gobernante en España es una verdadera olla de grillos.

Los políticos socialistas que nos dirigen están convirtiendo la política española en un verdadero circo, incluso entre ellos. Pasen y vean. La función no ha hecho nada más que comenzar.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo que hay serias fracturas dentro del socialismo. Pero están en el poder y tienen espectativas de tener más Galicia y Madrid), así que por el lado de los dirigentes no hay que esperar nada más que protestas verbales de las que se suceden y nada más. El socialismo es sobre todo obediencia y obedecerán. Hace mucho tiempo que el socialismo, desde el punto de vista de las ideas, está en descomposición, es la cáscara que le pemite ejercer el poder. Es más, carece del lastre que supone la necesidad de coherencia o del simple intentar acercarse a una línea ideológica con sus políticas y eso lo hace más eficaz. Puede dedicar todo el tiempo a la propaganda y a la "política real".

    Por donde puede reventar, y creo que hay indicios de que ya está empezando, es por los simpatizantes, que no tienen más compromiso que la costumbre y no tienen perspectiva de beneficio material o de poder alguno. La propaganda sin contenido ahuyenta a cierto tipo de gente. Es un proceso lento que intentan compensar "ampliando la base social", por ejemplo con los inmigrantes. Nada más.

    Dodgson.

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