Ya mencioné por aquí el extraordinario artículo de Daniel Rodríguez Herrera. Y al hilo del mismo quiero decir que he vuelto a ver el segmento del debate en el que Pablo Iglesias se levanta y se marcha.
Curioso (por decir algo) que mientras la supuesta moderadora del debate, Àngels Barceló, a Rocío Monasterio la llama acertadamente ultraderecha, a la ultraizquierda la llama por su nombre de pila, Pablo, mientras le tutea y le coge con toda confianza con sus dos manos una de él o su antebrazo.
A este punto hemos llegado, damas y caballeros. En determinados medios de comunicación, supuestamente independientes, a la extrema derecha se la trata como lo que es, mientras a la extrema izquierda (que en el presente momento ha demostrado ser mucho más violenta que la extrema derecha, dicho sea de paso) se la blanquea descaradamente.
Esto solo puede merecer una respuesta de los ciudadanos libres que viven en la Comunidad de Madrid, ir a votar masivamente hoy y mandar a esa extrema izquierda, simbolizada además por su líder que se presenta a las elecciones, ese Pablo, al sitio de donde nunca debio salir, el vertedero político.
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