Sigue el culebrón del abandono de Macarena Olona de la política. La extraordinaria abogada más que irse por su
propia voluntad se vio empujada a tomar dicha decisión porque se sintió insultada con el destierro al que fue sometida por
El Amo. Y lo anterior parece que está molestando bastante a ciertos sectores del partido (no digamos ya de votantes), porque Olona, además de caer bien (independientemente del error estratégico que fue llevarla a Andalucía, pero eso hay que anotarlo en el debe del director de orquesta), era el principal activo de Vox. Es lo que tienen los personalismos, que pueden funcionar durante un tiempo, pero a la larga hay que pagar el precio de ir desechando a los mejores para que no le hagan sombra al dictadorzuelo de turno. En este caso Santi Abascal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.