Me encuentro con un editorial de El País, intentando aterrorizar a la población. Durante cuatro párrafos se dedica a
relatar la catástrofe que nos acecha a la vuelta de la esquina.
Esperaba yo que, ya que
la hecatombe es tan grande y cercana, se nos explicaran las medidas que debemos tomar contra la misma y los costes económicos que esas medidas tendrán. Vana esperanza. En el quinto y último párrafo lo único que se nos dice es que no solo es necesario mantener el rumbo de la transición ecológica, sino que es urgente incrementar su velocidad y ambición. Es decir, hacer más cosas y más rápidamente (sin decirnos esas cosas y su coste, no sea que el personal se asuste de verdad, pero en la dirección contraria a la deseada).
Eso sí, se queja amargamente de que la derecha española no esté dispuesta a poner velocidad de crucero hacia esas transición ecológica y economía verde. Al final la culpa de que vayamos a morir todos (y más rápido de lo que nos decían) va a ser de la derecha. Y la gente votándoles para que los maten. Qué cosas.
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