Jennifer Hermoso me da la razón (sin leerme, evidentemente)

Perdón por la autocita, pero nada más conocer el beso forzado de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso escribí lo siguiente:

Cuando se hicieron públicas las diferencias entre el entrenador de la selección, Jorge Vilda, y un buen grupo de jugadoras todo lo que leí me daba la impresión de ser un irrespirable y asqueroso machismo por parte del entrenador. A este tipo (Vilda) jamás se le hubiera ocurrido tratar a jugadores varones como trataba a las jugadoras. Simplemente las consideraba como seres a los que manejar a su antojo. / Y de la misma calaña es Luis Rubiales, que en un momento dado consideró que Jennifer Hermoso era un ser al que manejar a su antojo, llegando al punto de darle sin su consentimiento un beso en la boca delante de, literalmente, todo el mundo (¿alguien supone lo que hubiera pasado si el beso lo hubiera dado, en cualquier circunstancia, por poner un ejemplo, Feijóo; o Abascal?). / Ya sabemos que Rubiales no pasa de ser un corrupto protegido por el socialismo gobernante (y lo seguirá siendo). Y Vilda no pasa de ser un machista, con la suerte de dirigir un extraordinario equipo, protegido por Rubiales. Otro machista, como se pudo comprobar ayer. Así que entre machistas anda el juego. Todo claro.

Ayer en su comunicado oficial Jennifer Hermoso decía lo siguiente (las negritas son mías):

Este tipo de incidentes se unen a una larga lista de situaciones que hemos venido denunciando en los últimos años. Este hecho, en el que yo me he visto involucrada, es solo la gota que colma el vaso. Y todo el mundo lo ha podido ver. Actitudes como esta han sido parte del día a día de nuestra selección durante años.

Vamos, lo mismo que yo dije (y con el mérito de que, evidentemente, Jennifer Hermoso no leyó mis palabras; que no aspiro yo a que este blog en un pequeño rincón de la blogocosa sea leído por una campeona del mundo). Evidentemente Luis Rubiales debe caer. Pero Jorge Vilda también. Son dos despreciables individuos machistas de la misma calaña (como lo demuestran, sin ir más lejos, las duras presiones de Vilda a Jenni Hermoso para que la chica apoyara a Rubiales).