He leído artículos de escritores presuntamente liberales que criticaban el "linchamiento" y demás
de Luis Rubiales. Pero
este va un paso más allá. Bueno, más que un paso, se pasa tres pueblos. Porque lo que hace José García Domínguez en su vomitivo artículo es un ataque ad hominem contra Jennifer Hermoso, ya desde el mismo título.
La critica porque, dice, Jennifer Hermoso "persiste en su actitud renuente a colaborar con la Justicia" ya que "está dando ahora la callada por respuesta al requerimiento del Ministerio Fiscal, que la anima a abrir la puerta a la intervención de los tribunales a través de la interposición de la correspondiente denuncia ante la Audiencia Nacional".
¿Y? No sé si al final Jennifer Hermoso llevará ante los tribunales o no a Luis Rubiales, pero en cualquier caso es su libertad individual hacerlo o no. Menudo liberalismo de pacotilla el de García Domínguez.
Pero lo que de verdad revuelve las tripas es cuando este sujeto califica a Luis Rubiales como "padre de familia" al que lo que Jennifer Hermoso está haciendo es "arruinar la vida". Olvida (es un decir) el machista periodista que este "padre de familia" es el que expuso públicamente a sus tres hijas, menores de edad, en una dramática asamblea deportiva, a las que no dudo en dirigirse en su discurso. Olvida (es un decir) el machista periodista que este "padre de familia" no dudó en tocarse ostensiblemente sus genitales públicamente en el palco estando al lado de una menor de edad, la infanta Sofía. Olvida (es un decir) el machista periodista que este "padre de familia" es un corrupto socialista de tomo y lomo, que solamente ha permanecido en el cargo por el apoyo del gobierno socialista. Olvida (es un decir) el machista periodista que este "padre de familia" sujetó la cabeza de Jennifer Hermoso con sus dos manazas para propinarle el beso en la boca de marras, lo que apunta a que fue completamente obligado. Y olvida (es un decir) el machista periodista que Luis Rubiales debería ser quien cuide de ser "padre de familia", porque ni Jennifer Hermoso ni nadie está en esa obligación, porque la ley es para todos, "padre de familia" o no.
Y al final este machista columnista entra en un terreno totalmente abyecto, al escribir "yo no puedo dejar de imaginar qué estarán pensando todas esas mujeres anónimas, las violadas y sexualmente vejadas que arrastran verdaderos traumas crónicos y auténticos cuadros depresivos de por vida, ante las muy alegres risas de la jocosa Hermoso" y mezclar cosas que nada tienen que ver. Porque el hecho de que haya mujeres violadas no justifica que Jennifer Hermoso tenga que soportar ser besada a la fuerza, por más que aquello sea más grave que esto; es, repito, mezclar cosas que no tienen nada que ver, intentando justificar (sí, justificar) lo menos grave con lo más grave.
Dice antes de ese miserable párrafo "allá Hermoso con su conciencia". Yo no diré que allá él con la suya. Lo que sí diré es que apelar a la conciencia de esta mujer por el hecho de estar ejerciendo su muy liberal derecho a la defensa como ella considere oportuno me parece de una ruindad enorme.
Con artículos como este de estos supuestos liberales pero auténticos machistas no me extraña que el liberalismo español esté en muerte cerebral. Un artículo, por cierto, que lo que hace no es un retrato moral de Jennifer Hermoso, sino un retrato moral del propio José García Domínguez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.