Y ya tenemos de vuelta la burra al trigo, la burra de Vox al trigo de la violencia política. Si hace un par de semanas era Abascal el que montaba el pollo con lo de colgar por los pies a Sánchez, ahora es Ortega Smith el que la lía parda, dedicándose a hacer volar botellas de agua, aparentemente vacías, por los aires.
Acto este de Ortega Smith que, como las anteriores palabras de Abascal, solamente benefician a Sánchez, que aprovecha estas oportunidades para mantener permanentemente movilizado a su electorado contra la derecha. Bueno, no. También benefician a Vox, que así puede intentar frenar su constante pérdida de apoyos por medio de contentar a los muy cafeteros, que al parecer son los únicos que le van quedando.
Y con esta polarización (palabra de moda) todo apunta a que quien lo tiene más crudo es el PP, que se va quedando en algo parecido a una tierra de nadie, al menos por ahora. Lo dicho, a este paso, a trancas y barrancas, tenemos Sánchez para lustros.
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