Los alegres chicarrones de Vox nos tienen acostumbrados a escuchar ocurrencias de sus labios, compitiendo a veces para ver quien dice la burrada más grande. En ese campeonato parece que ha querido entrar también Santiago Abascal, quien ha afirmado que "habrá un momento" en el que el pueblo querrá "colgar de los pies" al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Lo primero que me vino a la mente cuando leí semejante barbaridad fue la muerte de Benito Mussolini, el líder fascista italiano, al que, tras asesinarle al final de la Segunda Guerra Mundial, colgaron su cadáver por los pies en una plaza de Milán, junto a su amante y otros fascistas, para someterlo a escarnio público.
¿Es eso lo que pretende hacer Abascal con Sánchez? Dirá que no. Pero el jefecillo voxero conoce perfectamente el macabro suceso relatado y sin la menor duda ha dejado caer sus lamentables palabras para que las relacionemos con el mismo, pero sin decirlo explícitamente. Vamos, lo que comúnmente se llama tirar la piedra y esconder la mano.
En cualquier caso es una apelación directa a la violencia. Violencia que, por cierto, poco a poco se va instalando en la política española, desde que empezó a ser practicada por la extrema izquierda precisamente contra miembros de Vox. Algo muy peligroso, porque estas cosas se sabe como empiezan, pero no como terminan. Y es que la voluntad del pueblo no se manifiesta colgando de los pies a nadie, señor Abascal, sino en las urnas. Votando.
Claro, es mucho más fácil decir auténticas barbaridades (que, dicho sea de paso, favorecen a Sánchez) que ganar unas elecciones, algo de lo que está cada día más lejos Santiago Abascal. Empiezo a pensar que tal vez tengan algo de razón aquellos que dicen que mientras exista Vox Sánchez seguirá en La Moncloa. Y con despropósitos como este cada vez más.
Pedro Sánchez es el Ceausescu español. Muchos españoles están tan hartos de él como los rumanos de aquel dictador comunista rumano.
ResponderEliminarPero sí, Abascal se vino demasiado arriba al estar con Milei en Argentina, y se pasó de la raya