miércoles, 5 de agosto de 2015

No se puede ir ni contra la naturaleza ni contra la libertad

Título: "China estudia erradicar la política del hijo único"

Subtítulo: "Pekín se plantea esta medida ante el envejecimiento de la población"

El miserable régimen comunista chino sigue siendo igual de miserable. Aunque lo anterior es, sin la menor duda, una buena noticia, que viene a demostrar que no se puede ir ni contra la naturaleza ni contra la libertad.

Bueno, por poderse ir, se puede. La experiencia demuestra que hay muchos gobiernos que lo hacen, incluso con el beneplácito de sus gobernados. Pero también la experiencia demuestra que es darse cabezazos contra la pared. Y el estado chino se está viendo obligado a cambiar la demencial política del hijo único después de intentar romper con su comunista testa el muro de la realidad. El muro, evidentemente, ha ganado la batalla.

2 comentarios:

  1. ¿Fomentar la natalidad es también ir contra la naturaleza? Pregunto, eh. Es que también se puede ser miserable por el otro extremo. Que se lo pregunten a los palestinos y su política de fomento de la natalidad para echar (o algo peor) a los judios de Israel.

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  2. Aquí la cuestión es la libertad de que cada pareja tenga los hijos que le parezca, sin que el Estado se entrometa. Lo que está haciendo China es prohibir tener más de un hijo, lo que es simplemente una barbaridad. Como barbaridad sería, por ejemplo, obligar a tener un mínimo de hijos. Repito, libertad.

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