Bueno, ya estalló la bomba, o la bomba atómica. Era la relación
de Feijóo con el narcotraficante Marcial Dorado. O, más concretamente,
demostrar que era imposible que Feijóo no conociera en 1995, cuando se tomaron las fotos de marras, que este hombre ya había tenido multitud de problemas con la Justicia por este tema (uno y dos, por ahora).
Veremos si hoy o mañana, incluso el sábado, siguen apareciendo cosas en este asunto para intentar revertir el resultado electoral que apuntan las encuestas. Creo que es bastante probable.
Yo por mi parte dejo el blog en piloto automático y me voy a dormir unas pocas horas (aquí, en Houston, son algo más de las siete y media de la mañana), porque por la tarde tengo que trabajar. Mañana más.
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