'Palestina será libre desde el
río hasta el mar.' Suena bonito, suena hasta poético. Nos habla de una zona de libertad para una nación, Palestina, que ocuparía el territorio comprendido entre el Río
Jordán y el Mar Mediterráneo (pinchar en el mapa al lado). Bueno, sonaba. Hasta ahora.
Porque lo bonito, la poesía, la zona de libertad, se acabaron de golpe el pasado 7 de septiembre. Algunos ya lo suponíamos con bastante certeza. Ya no hay que suponer nada. Todo está claro. Completamente claro.
Esa frase, repito, 'Palestina será libre desde el río hasta el mar', significa ni más ni menos libre de los judíos. E implica asesinar a todos los judíos que habitan actualmente esa porción de tierra entre el Jordán y el Mediterráneo, sin distinción de edad o sexo, dicho fríamente. ¿Pero por qué? Pues porque, según los palestinos, esos judíos, tanto el grupo minoritario de militares como el grupo mayoritario de civiles, están en una tierra que no es de ellos, y son por lo tanto colonos ilegales, participantes de una expropiación de hecho de los propietarios originales del terreno. Y claro, como no se van a ir por las buenas, ni los militares ni los civiles, hay que echarlos por las malas. ¿Cómo? Matándolos. Repito, tanto a los militares como a los civiles. Y si algunos (o muchos) de los palestinos involucrados en esa labor de expulsión mediante el asesinato se quieren divertir primero con ellos, sea con lo que sea (torturas, violaciones, etc.), pues que lo hagan.
Lo anterior suena fuerte, muy fuerte. Pero es exactamente lo que vimos el pasado 7 de septiembre. Y es la única forma de llevar a la práctica eso de 'desde el río hasta el mar'. Ahora ya estamos seguros de lo que significa esa maldita frase. Totalmente seguros.
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