Ayer, releyendo mi texto recién publicado, escribí el siguiente:
Hay que pararle los pies a Putin
Ayer escribí sobre el intento de asesinato del exespia ruso Sergei Skripal en Reino Unido por el Gobierno de Rusia. No ha sido el único, como lo demuestra el anterior asesinato con Polonio de Alexander Litvinenko. A estas gravísimas acciones en territorio extranjero hay que sumar las continuas injerencias que Putin ordena en procesos electorales en los países occidentales, intentando por todos los medios que triunfen los partidos mas antieuropeos.
Creo que las acciones unilaterales, como las que ha tomado Theresa May, son sin duda necesarias, pero igualmente sin duda no van a ser suficientes. Va a haber que parar a este sujeto cuya egolatría le está llevando a saltarse todos los límites. Y va a haber que hacerlo en una acción coordinada entre los diferentes países de la Unión Europea (me temo que de Estados Unidos nada se puede esperar en este tema), que es donde cada vez más Putin muestra su desatado injerencismo. No hablo, evidenmente, de intentar deponer al sujeto a través de una intervención militar. Pero sí de algún tipo de sanciones acordadas entre todos que realmente le hagan daño (y no meramente de cara a la galería). Será la única forma de que entienda que no puede hacer lo que quiere donde quiere.
Hasta ahí el texto escrito ayer.
Pareciera que los líderes europeos (y el estadounidense) tuvieran acceso a mis borradores de blogger o me hubieran leído la mente. Porque también ayer, cuando entré a las noticias, me encontré con ésta:
EEUU, Alemania y Francia cierran filas con Theresa May ante Vladimir Putin
Y no solamente esa, sino también esta otra:
La OTAN: "No queremos una guerra fría pero defenderemos a los aliados ante cualquier amenaza"
Poco puedo añadir a lo escrito ayer y que no publiqué. Tan solo que esa es la dirección correcta. Hay que pararle los pies a este sujeto. Lo que se ha hecho evidentemente no es suficiente para ello. Pero es un primer paso en la buena dirección.
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