Un PP embarrador y urdidor... ¿y si de verdad lo fuera?

Dice Pedro Sánchez que el PP "no para de embarrar" la campaña y, aún más, urdir una operación para que la izquierda no acuda a votar este domingo.

El único problema de estas dos afirmaciones son los hechos. No fue el PP el que provocó una suelta masiva de violadores; no fue el PP el que ha pactado todo lo pactable con un partido que lleva en sus listas a un montón de terroristas, algunos de ellos asesinos directos; no fueron ministros del PP los que huyeron cobardemente de los periodistas cuando les preguntaron por el asunto; no son del PP los detenidos por comprar votos a 50, 100 o 200 euros; no son del PP los detenidos por comprar votos a cambio de cocaína; no son del PP los que planearon y ejecutaron el secuestro de una mujer para intentar ocultar un escándalo de corrupción; no es alguien del PP el que animó al secuestrador dándole cocaína; no es del PP un candidato detenido el 2 de mayo por robo o agresión (no está claro); no ha sido el PP el que ha ocultado una detención así para que no le perjudicara en las elecciones; no es el PP el que ha falsificado propaganda electoral de otro partido.

Por eso las afirmaciones de Pedro Sánchez son simplemente miserables. Echa la culpa a otro de lo que sabe perfectamente que es inocente. ¿Se puede caer más bajo que eso? Es bastante posible que Pedro Sánchez nos demuestre que sí no tardando mucho.

Pero, ¿y si de verdad el PP hubiera estado en el Gobierno y hubiera sido culpable de todos esos hechos enumerados? ¿Y si de verdad el PP hubiera sido embarrador y urdidor desde el Gobierno? Entonces España estaría ardiendo por los cuatro costados. Los candidatos del PP serían acosados en todo momento. Las sedes del PP estaría siendo asediadas. Las acusaciones al PP desde la prensa izquierdista serían para echarse a temblar. Las manifestaciones espontáneas contra el PP estarían por todas partes.

Menos mal que no es el PP el embarrador y urdidor, porque en ese caso estas elecciones serían muy parecidas a las que se celebraron el 14 de marzo de 2004. Al menos las elecciones se podrán celebrar en paz y tranquilidad. Y esperamos que los votantes obren en consecuencia contra el embarrador y urdidor de toda esta basura. El PSOE. Porque sí, el PSOE tiene razón: lo que votas, importa.