Son cosas que no me entran en la cabeza. Me entero por casualidad del caso de Miriam Moraleda. Busco más información y la encuentro. No me entra en la cabeza que este sujeto por un intento de asesinato tan brutal haya estado en prisión únicamente ocho años y no por lo menos veinte. Tampoco me entra en la cabeza que este elemento no esté localizado las 24 horas del día, con toda la tecnología que existe hoy en día. Después de que asesine a la pobre mujer (esperemos que no) llegarán las manifestaciones, las velas y demás. Cuando ya no hay remedio.
Esa es la historia de la Justicia en España. Leyes blandas, condenas cortas, desprotección de las víctimas, manifestaciones a posteriori. Pero nada cambia. El círculo vicioso se repite, una vez, y otra, y otra...
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