Después del, aprovechándose de su posición privilegiada en La Moncloa, primer y largo mitin de la campaña electoral (que ha continuado también después) Pedro Sánchez ha anunciado hace unos minutos que, en función de que el Congreso le tumbó los Presupuestos, disolverá las Cortes Generales en el momento oportuno para convocar elecciones generales el próximo 28 de abril.
La realidad es que Pedro Sánchez no ha convocado las elecciones por voluntad propia, sino obligado por las circunstancias. Evidentemente hubiera sido preferible para él y su partido haber convocado las elecciones justo después de ganar la moción de censura. Pero apostó por gobernar hasta 2020 con el apoyo de, entre otros, los secesionistas catalanes, que son los que le han dejado caer.
Sea como fuere por fin llegó la hora de la verdad. Los españoles podrán votar. Después, eso sí, de una larga campaña electoral que va a ser a auténtica cara de perro. Tiempo habrá para analizar lo que viene, que sin duda va a ser mucho.
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