No tengo claro que la ruptura de las negociaciones entre el gobierno y los independentistas catalanes sea definitiva. Puede ser que todo no sea nada más que un órdago de Pedro Sánchez para que los independentistas le aprueben los Presupuestos porque tengan miedo a que haya elecciones muy pronto y que las gane la triple alianza (PP, Cs, Vox) y se les acabe el chollo.
Aunque también es posible que los mentados independentistas (dirigidos por el desequilibrado Puigdemont) opten por el cuanto peor mejor para ir a una posible confrontación directa son ese gobierno de la triple alianza. Pero no lo creo, porque ya tienen la experiencia del 155 con Rajoy y no creo que piensen que un triunvirato de Casado, Rivera y Abascal fuera a ser más condescendiente con ellos que el de las barbas.
Tampoco tengo claro que Pedro Sánchez vaya a convocar esas elecciones anticipadas incluso si los independentistas le tumban los Presupuestos. Puede que aguante, arrastrándose, para ver si escampa, porque en las actuales circunstancias hay muchas posibilidades de que esa triple alianza le expulse de La Moncloa.
La semana que empieza mañana va a ser sin duda muy interesante. Lo dicho, hasta el rabo todo es toro.
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