Si un famoso periodista alemán puede colar falsedades a espuertas en una famoso revista de ese país (uno y dos), no creo que sean muchos más fiables juntaletras españoles que continuamente escriben de fuentes cercanas a o de fuentes bien informadas, pero sin citarlas, y que cada día tengo más claro que casi siempre se las están inventado y lo único que están haciendo es dar su propia opinión.
No, las fake news no estás solamente en las redes sociales. Están también en los periódicos tradicionales. Y se están cargando el periodismo. Por eso me hace gracia cuando los periodistas españoles se quejan de que están cobrando lo mismo que hace diez años. Con excepciones no se merecen ni eso. Están haciendo aútenticos esfuerzos por cargarse su profesión a costa de tomar a los lectores por tontos. Y lo van a conseguir.
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