El artículo en sí es inapelable. O lo sería si no existiera la última frase. Porque la misma echa a perder absolutamente todo lo escrito anteriormente.
Votar a un partido así [el PP] ya sólo es útil para la izquierda, y más ahora que tenemos una alternativa que sí está dispuesta a dar esa batalla de las ideas: Vox. Palabras de Prieto Ramiro para finalizar su texto (las negritas son mías).
Prieto Ramiro ha criticado siempre con una enorme dureza a, por ejemplo, Partido Popular y Ciudadanos, entre otros temas en éste, el del aborto. Lo curioso es que esa dureza ha desaparecido por completo al escribir de Vox. Unicamente ha criticado a dicho partido en una ocasión, sin mencionar para nada el aborto, sino la ideología de género, y tan suavemente que la crítica quedaba prácticamente diluida en ese soy consciente de que, ese otro igualmente también soy consciente de que y en ese otro entiendo que.
Solo por poner dos ejemplos, de aquella reunión y repugnante alabanza de Abascal a Sánchez Dragó no dijo absolutamente nada, cuando hace trece años dejaba muy clara su opinión sobre el sujeto. Y tampoco ha dicho esta boca es mía para criticar, aunque fuera levemente, las ambigüedades de Vox respecto al aborto.
Es decir, que esa objetividad y esa radicalidad (usando una expresión suya) en la crítica de Prieto Ramiro respecto a otros partidos se transforman en auténticas subjetividad y moderación en la critica al hablar de Vox.
Y quiero aclarar algo respecto a mí mismo. Yo personalmente defiendo exactamente las mismas ideas de Prieto Ramiro respecto al aborto. Pero apoyo a Ciudadanos, un partido que defiende la libertad para abortar. Lo hago porque considero que, en la práctica, la batalla del aborto está perdida y porque aplico la ley de, considerando malos todos los partidos, apoyar al menos malo de todo. Siempre he dicho que Ciudadanos es un partido malo, muy malo, posiblemente malísimo; pero es que los demás son infinitamente peores.
Prieto Ramiro no tiene ese comportamiento en cuanto a los partidos políticos. Ha escrito en multitud de ocasiones que no va a apoyar a un partido que no concuerde con sus ideas. Por eso me pregunto si sus ideas son compadrear con Sánchez Dragó. Y me pregunto también si sus ideas son la ambigüedad calculada respecto al aborto. O si ha pasado a creer que es correcto que sea legal abortar en caso de un embarazo producto de una violación (como piensa Abascal). No lo creo. Ni le gusta Sánchez Dragó, ni le gusta la ambigüendad respecto al aborto, ni esta a favor de un supuesto legal de aborto en caso de embarazo por violación.
Pero calla ante ello cuando quien defiende esas cosas es... Vox. Cuando ha criticado actuaciones semejantes en todos los demás partidos.
¿Por qué? Evidentemente no lo sé con total seguridad. Pero me lo imagino. Es un dato a tener muy en consideración que la única pequeña crítica que hizo a Vox la escribió pocas horas después de que el líder de El Yunque, Ignacio Arsuaga, hiciera lo propio.
Es decir, que con casi toda seguridad lo que hace Prieto Ramiro es, en su función de portavoz oficioso de El Yunque, un seguidismo total de dicha secta secreta. Criticará a Vox cuando la secta lo haga y no antes. Independientemente de que dicho partido no esté dejando clara, a propósito, su posición sobre un tema tan importantísimo para Prieto Ramiro como el aborto.
No dudo que los principios personales de Prieto Ramiro sean firmes. Pero a la hora de aplicarlos a Vox y de ser crítico con dicho partido (como él dijo que lo sería) se convierten en esto:
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