Creo que no es guiarme por mi ideología afirmar lo que sigue, y que cualquiera con un mímimo sentido común puede llegar a tres conclusiones básicas, que el Gobierno antepuso su ideología a la salud (y a la postre a la vida) de los ciudadanos cuando permitió y alentó las manifestaciones del 8M, que durante toda la crisis del coronavirus una constante en el Gobierno ha sido la mentira, y que las medidas tomadas lo han sido casi siempre en función de la improvisación.
En estas condiciones se les ofrecen a los votantes distintas alternativas. Para los más radicales, Vox; para los que querrían un cambio de rumbo traquilo, el PP; para los socialistas moderados, Cs; y para los izquierdistas de todo y lomo, Más País. Pues he aquí que nada de eso. Cuando vemos los resultados de la encuesta, resulta que básicamente las cosas quedarían igual. Porque si ahora PSOE más Unidas Podemos cuantan con un apoyo del 40.80% en la encuesta ese número sería del 43.20. Vamos, que no es que PSOE y UP seguirían con los mismos apoyos, sino que los incrementarían en casi dos puntos y medio porcentuales. Y ello, repito, a pesar de la nefasta gestión que el Gobierno integrado por PSOE y UP ha hecho de la peor crisis que ha vivido España en los últimos ochenta años, desde el principio hasta ahora mismo.
Lo siento (y no es una expresión, porque lo siento de verdad), pero en estas condiciones lo único que me merecen esas más de cuatro personas de cada diez que integran la sociedad votante española es un calificativo: hatajo de borregos.
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