La historia de la payasada real que se celebró en Reino Unido hace unos días empezó hace mucho tiempo. Exactamente cuando el entonces príncipe Carlos, estando casado con Diana Spencer (a la que los hechos han venido a demostrar que eligió únicamente para que le diera descendencia), estableció una relación como amantes con Camila Parker. Esa relación adúltera tuvo como consecuencia final el divorcio entre Carlos y Diana. Y también el posterior matrimonio con Camila.
A Carlos de Inglaterra se le pueden llamar muchas cosas, una de ellas canalla. Porque una canallada fue lo que hizo con Diana. Ella se casó completamente enamorada de él, pero él nunca lo estuvo de ella. Simplemente la utilizó. Y la desechó como un clínex a cambio de Camila.
Eso es lo que hay hoy en el trono del Reino Unido, un rey sin principios y sin moral. No entiendo como la Iglesia Anglicana y los monárquicos ingleses pueden apoyar eso. Y no hablamos aquí de monarquía o república, sino simplemente de decencia. Lo decente es que Isabel II hubiera testado el trono para el hijo mayor de Carlos. Y, aún sin haberlo hecho ella, es lo que la Iglesia Anglicana y los monárquicos ingleses debieron hacer.
Por eso mi total desprecio para esa pareja que fundamente su trono en un adulterio continuado y en la destrucción de una persona, Diana Spencer. E igualmente mi total desprecio para los que los apoyan en ello.
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