Menuda se ha montado a raíz del pacto entre PP y Vox para gobernar en coalición la Comunidad Valenciana. Dicen que están en el aire los gobiernos de Extremadura, Baleares y Murcia, tres autonomías donde los peperos necesitan a los voxeros. Y que es posible (algunos dicen que probable) que la sangre llegue al río y haya que repetir elecciones porque el PP no quiera hacer coaliciones gubernamentales con Vox.
Pero se hace necesario ver que los resultados son muy diferentes. En Extremadura las derechas sacaron 285.432 y votos y las izquierdas consiguieron 278.739; es decir, una diferencia únicamente de 6.693. En Baleares las derechas obtuvieron 221.759 votos, mientras que todos los demás cosecharon 183.127; vamos, 38.632 de diferencia. Y en Murcia los partidos de derecha tienen 405.117 votos, con los de izquierda siendo apoyados por 202,611.
Así que una repetición electoral en Extremadura y Baleares haría que el PP perdiera dichos gobiernos, porque las derechas ganaron por un puñado de votos. Y teniendo en cuenta que estábamos hablando de una especie de plebiscito sobre Pedro Sánchez, que les benefició, cosa que no pasaría si hubiera nuevas elecciones. Así que no, el PP no repetirá elecciones. Habrá gobierno de coalición con Vox.
Muy diferente es el caso de Murcia. Las derechas doblaron los votos a las izquierdas. No hay el menor riesgo de que PSOE y Podemos (o Sumar) superen a PP más Vox. Ahora esas izquierdas tienen 15 diputados por 30 las derechas. La mitad, vamos. De repetirse elecciones el PP seguiría siendo el primero muy lejos del PSOE, que seguiría segundo. Y claro, PP más Vox seguirían sumando mayoría absoluta. Pero teniendo en cuenta que en los pasados comicios autonómicos los peperos se quedaron únicamente a dos asientos de esa mayoría absoluta, se la podrían jugar para ver si hay suerte y los obtienen, por una desmovilización de los votantes voxeros. Al fin y al cabo no tienen nada que perder. Si mantienen o bajan los apoyos, firman un gobierno de coalición con Vox y punto. Y si suena la flauta gobernarán con mayoría absoluta. Por cierto, con un detalle muy importante, que esa diferenciación del PP de Vox en Murcia le serviría a Feijóo para hablar de que no está cediendo en todas partes. Y el posible gobierno de coalición pepero-voxero se llevaría a cabo tras las generales.
Así que, nada, seguiremos atentos al teatral espectáculo. Puede que circense.
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